La Vanguardia

Rex, perro lázaro

-

Rex, de buena mañana, solicita su paseo para descargar la orina, y algo más, acumulado durante la noche. Entrega la correa a su dueño y, juntos salen a pasear. Hoy, Rex ha podido aguantar bien y no ha dejado ninguna gotita de orín ni en el ascensor ni en el vestíbulo. Una vez en la calle conduce a su dueño por todas las fachadas de los edificios y allí va dejando gotitas marcando su paso por ellas. Su amo, muy displicent­e, mira con orgullo. En la esquina hay otro congénere de Rex y ambos se saludan efusivamen­te, lametazos por aquí olisqueos por allá. El paseo continúa y, esperando en un paso de peatones, orina en la farola de siempre. ¡Error!, es otra, ya que la antigua fue sustituida por la corrosión en su base con el consiguien­te peligro de derrumbe, no pudo soportar tantas meadas y orines. Luego Rex con su dueño coge el metro y se van a la playa. Allí disfruta en su zona particular correteand­o y jugando con otros caninos. Una vez ya cansado, recoge a su dueño y lo lleva a casa. Por el camino procura andar al paso y cuidando que su amo no se pierda. Una mirada alegre y que indica agradecimi­ento se la dedica a su dueño. Momentos antes de entrar en casa y en cualquier parte de la acera se encoge y hace sus necesidade­s y comprueba con mirada complacien­te el esfuerzo que su dueño hace para recoger las heces allí dejadas. Una vez en el retiro será un ser feliz al poder salir al balcón y desde allí, con curiosidad, contemplar­á, mientras pasan las horas para el siguiente paseo, el ir y venir de gente y vehículos.

Este escrito lo dedico a los recientes publicados en estas páginas. Unos en pro y otros en contra de los caninos. Mi opinión es que cada uno tiene sus razones. La mía es la del enorme respeto que tengo y siento hacia los perros lázaro, que guían y protegen a las personas invidentes. Chapeau!

VÍCTOR RIBÉ I GOU Barcelona

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain