A más sobreexplotación, más litigios
A medida que los gobiernos y los grandes grupos empresariales intensifican la sobreexplotación de recursos, se incrementan también los conflictos ambientales. Esta actividad extractivista es promovida muchas veces por empresas apoyadas por la seguridad privada o las fuerzas estatales. El conflicto surge por la resistencia ante la ocupación de tierras o los aprovechamientos insostenibles (mineros, forestales, hídricos…). En la última década, al menos 114 ecologistas hondureños fueron asesinados. Según Global Witness, la mayoría de estos casos quedaron impunes. Este tipo de crímenes aumentaron un 59% respecto al 2014 en todo el mundo. El 2015 fue “el peor año de la historia en lo que respecta al número de asesinatos de defensores de la tierra y el medio ambiente, personas que luchaban por proteger su tierra, sus bosques y sus ríos mediante acciones pacíficas, a pesar de las crecientes adversidades”, según esta organización.