Nagaland para Cristo
ISAK CHISHI SWU (1929-2016) Líder guerrillero del nordeste de India y pastor baptista
No es muy común que el máximo dirigente de una organización armada con miles de víctimas a sus espaldas –entre ellos cientos de militares indios– congregue en homenaje alrededor de su féretro a la plana mayor de la inteligencia militar enemiga (india, claro está). Tampoco lo es que, desde el primer ministro a la jefa de la oposición se deshagan en elogios sobre su “afabilidad” y “espiritualidad”, hasta el punto de llamarle el “Gandhi naga”. India tiene estas cosas y los procesos de paz, también.
Para los suyos, Isak Chishi Swu no era apenas el presidente del Consejo Socialista Nacional de Nagalim (NSCN-IM), la organización guerrillera más temible del nordeste de India, sino también el presidente del gobierno de la autodenominada República Popular de Nagalim (Nagalim, que significa Tierra Naga que incluiría territorios poblados por tribus nagas en los estados indios adyacentes y en Birmania).
Isak, como era conocido coloquialmente, era un lector consumado de la Biblia, con una fe inquebrantable en el poder de la oración, hasta el punto de que, antes de escarmentar, rodeaba sus campos de entrenamiento de crucifijos, en lugar de empalizadas y trincheras. Si no era el autor del lema “Nagaland para Cristo” era, en cualquier caso, su más conspicuo defensor. No en vano el padre de Isak Chishi Swu había sido el primer pastor (baptista) de su tribu, los sema.
El joven Swu vino al mundo en una aldea naga, Chishilimi, que como tantas otras entonces, tenía un pie en la historia y otro en la prehistoria. Todavía había cazadores de cabezas, con tatuajes y plumas de cálao, y la mayoría seguía viviendo en cabañas de bambú, aunque la iglesia empezaba a arrinconar alhajas tribales y taparrabos. Pese a este contexto adverso, su interés por la lectura lo llevó hasta Shillong, entonces capital de Asam, donde estudió junto a T. Muivah, un naga de Manipur. Durante más de medio siglo ambos formarían un tándem inseparable, en el que Muivah ocupaba el papel de despiadado estratega militar y Isak el de guía espiritual y conciliador.
Cuando en 1951, el histórico dirigente naga, A.Z. Phizo –del entonces unificado Consejo Nacional Naga (NNC)– organizó un plebiscito, el joven Isak ya estaba implicado en la logística. La respuesta de Nehru al desafío independentista fue la guerra total en la segunda mitad de los cincuenta. El incendio de la aldea de Isak y de otras cinco circundantes por parte de los militares indios llevó a este a renunciar a su vocación inicial de seminarista en Estados Unidos. Mientras Phizo se exiliaba en Londres, Isak Swu se convertía en el autodenominado ministro de Exteriores del NNC, mientras que Muivah llegaría a ocupar el cargo de secretario general, con el naga de Birmania SS Khaplang como vicesecretario.
EE.UU. y sus aliados pakistaníes permitieron al NNC establecer campos de entrenamiento en Pakistán Oriental, para mantener a India en jaque en el Noreste. Durante un tiempo limitado, el conflicto naga ocupó más titulares que el conflicto tibetano. Sin embargo, la huida del Dalái Lama a India en 1959 cambió las prioridades de Washington y llevó a una fructífera colaboración entre Nehru y la CIA en apoyo de los guerrilleros tibetanos. En respuesta, Mao Zedong extendió la mano –y el fusil– a los nagas después de la guerra sino-india de 1962.
Tanto es así que en 1967, T. Muivah, con una partida de guerrilleros nagas, emprendió el camino a pie hasta China, a través de las selvas birmanas. En 1968, Isak hizo lo propio, cosa que repetiría en 1974. Una larga marcha de ocho meses, hasta Yunnán. Los nagas más viejos cuentan que Mao preguntó a Isak y a Muivah con qué contaban para doblegar a India y que estos le dijeron que “con Jesucristo”. El Gran Timonel, embarcado en la revolución cultural, les habría replicado que en ese caso fueran a pedirle los fusiles a Él.
Mientras tanto, India había accedido a la formación de un estado de Nagaland separado de Asam, con algunas salvaguardas parecidas a las de Cachemira. En 1975, la declaración del estado de excepción por parte de Indira Gandhi pilló a la dirección militar del NNC en China. En este contexto, el hermano menor de Phizo y los pocos dirigentes que aún no estaban encarcelados fueron forzados a firmar el Acuerdo de Shillong. Algo visto como una rendición en toda regla por parte de los desafiantes Swu, Muivah y Khaplang, que fundaron el NSCN para proseguir la lucha independentista, tras ser expulsados de China.
En este nuevo contexto, Khaplang fue clave para establecer campos de entrenamiento dentro de Birmania, en sustitución de los abandonados a la fuerza en China y en Bangladesh, nuevo país ahora bajo tutela india. El tráfico de opio y heroína se convierte en una nueva fuente de financiación y el NSCN se consolida como la madre de todas las insurgencias, a la que acuden todas las demás organizaciones guerrilleras del noreste de India, empezando por el ULFA de Asam, en busca de entrenamiento, armas y financiación. Sin embargo, en 1988, Khaplang y los nagas birmanos se rebelaron contra el dominio de los nagas indios, mejor educados. Tras fallar en su intento de asesinato de Muivah, Khaplang fundó el NSCN-K, desde entonces enemigo mortal del NSCN-IM (por las iniciales de Isak y Muivah). Empieza entonces la fase más sangrienta de purgas facciosas y choques fratricidas. A partir de 1997, cuando Isak y Muivah firman un armisticio con Nueva Delhi, los soldados indios prácticamente desaparecen de la lista de víctimas, mientras que aumenta vertiginosamente los fallecidos en luchas intestinas, entre nuevos y viejos grupos guerrilleros.
En medio de tanta sangre, y en distintos grados de clandestinidad, Isak, junto a Muivah, mantiene conversaciones con la mayoría de primeros ministros indios. Con Rao, Gowde y Vajpayee, respectivamente, en Zurich, París y Osaka. Luego Manmohan Singh los recibe ya en Nueva Delhi y les da un pasaporte indio. Las rondas de negociación empiezan a contarse por decenas, aunque la insistencia naga en el reconocimiento de su soberanía se revela como un escollo insalvable.
Sin embargo, hace un año y medio, Khaplang rompió su propia tregua con el gobierno indio, como reacción a una nueva escisión. Poco después, en julio, Isak ingresaba en la UCI, en un hospital de Delhi, cosa que precipita la firma, por parte de Muivah –en presencia del primer ministro Modi– de un acuerdo marco de paz. Nueva Delhi insiste en que este lleva el sello de Isak, sin detallar en dónde, puesto que un año después nada ha trascendido sobre el contenido del acuerdo.
Tras su muerte, el pasado 28 de junio, Isak Chishi Swu recibió honores en la delegación de Nagaland en Delhi, antes de ser transportado por avión a Dimapur. También fue honrado en el cercano cuartel general del NSCN-IM, Hebron Camp, antes de ser llevado a su aldea natal. Por todas partes ondeaba la bandera naga del arco iris, ilegal, puesto que Cachemira es hasta ahora el único estado indio autorizado a tener bandera.
Se sirvió de la palabra y también de la acción directa en su busca de la independencia de las tierras nagas