Temática inagotable
Los historiadores catalanes reconocen que hay parcelas sin estudiar, como la relación entre el Gobierno de la República y la Generalitat o el papel de la mujer
Josep M. Solé i Sabaté y Joan Villarroya, dos de los historiadores catalanes,que más han contribuido al conocimiento del coste humano de la Guerra Civil en Catalunya, publicarán el próximo otoño un nuevo libro centrado en la Escola Popular de Guerra de la Generalitat. Se trata de una academia militar, impulsada por el conseller cenetista García Oliver, que formó hasta 1.800 oficiales. Estaba situada en los Escolapis de Sarrià, pero es un organismo del que hasta ahora se sabía muy poco.
“La Guerra Civil es un tema inagotable”, señala Solé i Sabaté. “Quedan aún cuestiones pendientes y una de las más importantes es saber qué pasa en Barcelona cuando se convierte en capital de la República y aloja a tres gobiernos, el central, el de Euskadi y el de Catalunya. Sería importante conocer cuantos funcionarios se trasladaron a Barcelona. Y los enfrentamientos entre los gobiernos, el intento de la República por recuperar competencias asumidas por el Govern de la Generalitat o el dinero incautado del Banco de España”. Hubo una pugna entre Negrín y Companys e incluso hubo disputas entorno al uso de la lengua catalana. Pero hay otras cuestiones relevantes que aún esperan a un historiador que las analice a fondo. Como la decisiva participación de la mujer en el mundo laboral, en un momento en que los hombres jóvenes están en el frente. Quedan también por estudiar los archivos de importantes empresas para conocer más detalles sobre las colectivizaciones. Y los problemas de alimentación que sufrió una parte de la población catalana, más incluso que en otras partes de España, debido al alud de refugiados,.
Solé Sabaté resalta la importancia de las numerosas monografías locales o temáticas. Y pone como ejemplo un estudio que está a punto de aparecer sobre la actividad del puerto de Barcelona durante la guerra, su bloqueo por culpa de la gran cantidad de barcos hundidos y la necesidad de desviar los buques con armas y alimentos hacia otros puertos como Tarragona o Palamós. Acaba de aparecer también La Batalla del Ebro a través de los partes de guerra, la prensa y la radio, de Daniel Arasa (Ed. Gregal), otro
ejemplo de estudio temático.
El historiador Joan Esculies, que acaba de publicar Pau Casals. La cara secreta de Tarradellas i Prieto (Ed. Base) y poco antes una biografía de Josep Andreu i Abelló, comparte la idea de que quedan importantes lagunas. “Se ha estudiado –afirma– más el primer periodo, desde la sublevación hasta los sucesos de mayo del 37, que la continuación”. Aunque José Luis Martín Ramos ha completado su interesante Territori Capital: La guerra civil a Catalunya 1937-1939 (L’Avenç). “Quedan aspectos importantes por conocer como todo el tema del fondo de dinero que la Generalitat creó y puso en manos de Martí Esteve para la compra de armamento o el llamado Afer Rebertés, que aún no está del todo aclarado, o las relaciones entre la gente de ERC y la CNT. En el Arxiu Nacional, en los fondos de la CNT en Amsterdam o en los archivos franceses hay aún mucho material de consulta, así como en algún fondo privado”, señala Esculies. Otro fondo con muchos secretos es el Archivo Tarradellas, en Poblet, del que el propio Martín Ramos y Carles Santacana han ofrecido una selección de los documentos más relevantes.