Rajoy sólo será candidato si PSOE y C’S cambian de voto
El líder del PP espera a que Sánchez y Rivera comuniquen sus intenciones al Rey El presidente en funciones descarta acudir a una investidura fallida
No habrá movimientos hasta el día 28. El jueves, a las cinco de la tarde, Mariano Rajoy sabrá si el resto de los partidos, principalmente nacionalistas, socialistas y Ciudadanos, le han comunicado al Rey que sus noes o sus abstenciones son inamovibles, o si hay posibilidades de que acaben cambiando sus votos para facilitar el gobierno. Sólo si en sus audiencias con Felipe VI le han trasladado al Monarca que descartan terceras elecciones, por lo que en un determinado momento no bloquearán la formación de un gobierno, le confirmará al Rey que está dispuesto a asumir la propuesta de ser candidato, aunque dependiendo de la predisposición de quienes deberían al menos abstenerse puede decirle que necesita tiempo para cerrar los acuerdos, o no.
Las fuentes cercanas a Rajoy consultadas sostienen que siguen los contactos discretos, aunque los potenciales socios lo nieguen, y, según estas fuentes, lo que se está haciendo ahora –cosa que se necesitaba, porque había sido mucho el enfrentamiento durante los últimos años– es “seducir y presionar”, algo que no ven sus posibles aliados, que notan la presión, pero de seducción nada de nada, dicen.
El Gobierno y el Partido Popular no creen, sin embargo, que nadie pueda reprocharles su actitud, y aseguran que lo que otros llaman pasividad no es tal. Lo que pasa es que no les ha quedado más remedio que ir más lentos de lo que ellos quisieran, porque se han encontrado de frente la negativa de los demás a negociar, sea una negación rotunda, como la del PSOE, o aplazada, como la de Ciudadanos.
Subrayan estas fuentes que Ciudadanos se queja mucho de que no están negociando con ellos, pero, dicen los allegados a Rajoy, es Albert Rivera el primero que ha dicho que negociar antes de la investidura no, que eso después, que ya hablarán, una vez que sea presidente, del techo de gasto y de los presupuestos. Y se defienden asegurando que ya quisieran ellos poder estar negociando, porque es lo que ha pedido Mariano Rajoy desde el principio, llegar a la investidura no sólo con el acuerdo sobre el sentido del voto para ser elegido presidente, sino con unos míni-
EL PP NO SE ARRIESGARÁ Sin garantías, Rajoy no se someterá, como hizo Sánchez, a una investidura fallida
LA ESTRATEGIA
El PP presiona a C’s para que cambie el sentido de su voto y arrastre al PSOE
mo para que el Gobierno se pueda poner en marcha, y que el presidente en funciones ha fijado en muchas ocasiones en tener de forma previa una nueva senda de déficit, un techo de gasto y las líneas generales de los presupuestos del 2017. Sólo así considera Rajoy que se puede gobernar.
En el PP se ha extendido la impresión de que si el jueves no tiene ninguna garantía, lo que no va a hacer Mariano Rajoy es someterse, como hizo en febrero Pedro Sánchez, a una investidura fallida, para que empiece a contar el reloj, es decir, para que empiece la marcha atrás de los dos meses para unas nuevas elecciones. Porque si algo le quedó claro al líder del PP en su primera ronda de contactos con todos los líderes políticos es que todos descartan que pueda haber una tercera convocatoria de los ciudadanos a las urnas.
Lo que en realidad espera Mariano Rajoy es salir del palacio de la Zarzuela con el convencimiento de que será presidente, aunque para ello tengan que seguir madurando los acuerdos y el cambio de posiciones que le permitan formar gobierno. Descartado por completo que la investidura pueda ser en las fechas que ha dicho Rajoy, que se arriesgó a conciencia al concretar su deseo en el 3 y el 5 de agosto para la probable votación, ahora el equipo del presidente del Gobierno cree que habrá que empezar a pensar en la segunda quincena de agosto, aunque esto dependerá del tiempo que tarden en madurar las posiciones de cada uno de sus socios.
Según las fuentes consultadas, después de las conversaciones de todos los representantes políticos con Felipe VI será el momento de activar al máximo las negociaciones, en un sprint de reuniones, negociaciones y cesiones de unos y de otros que le permitan llegar a esa investidura aunque sea con el tiempo límite para salvar la aprobación del techo de gasto y los presupuestos, que es lo que más le preocupa a Rajoy, al margen de su propia investidura.
Mientras tanto, el PP seguirá ejerciendo presión, sobre todo sobre Ciudadanos, para que cambie su sentido de voto desde la abstención comprometida por Albert Rivera en segunda votación a un sí, que los populares están convencidos que será la única forma de que el PSOE, aplicando la tesis del extremeño Guillermo Fernández Vara de que con 170 votos a favor los socialistas no podrían bloquear la formación de gobierno, se abstenga y así pueda facilitarse la investidura de Mariano Rajoy.