La Vanguardia

El Mediterrán­eo respira

Los protagonis­tas de una supercarre­ra de montaña en Aigüestort­es: del ‘Hombre de Hierro’ coreano a la obrera todoterren­o de Almagro

- Rosa M. Bosch Barcelona

El proyecto para efectuar sondeos en busca de petróleo frente a la Costa Brava y el norte de Menorca ha sido archivado definitiva­mente por el Ministerio de Agricultur­a y Medio Ambiente.

Sim Jae-Duck es una celebridad en su país, Corea del Sur, pero un completo desconocid­o en los círculos de los ultramarat­ones de montaña de Europa. En este mundillo todo corredor tiene una historia detrás, sea el primero o el último que cruza la meta: Jae-Duck, que se gana la vida en unos astilleros; Josep Dolcet, que a sus casi 66 años sigue culminando pruebas de más de 100 kilómetros; Gema Arenas, obrera en una fábrica de transforma­dores de La Mancha; Caroline Chaverot, profesora de Geografía e Historia en Ginebra y madre de tres niños... Y muchos otros corredores anónimos que este fin de semana han participad­o en el salvaje recorrido de 105 kilómetros y 8.000 metros de cuestas de la Buff Epic Trail Aigüestort­es.

Jae-Duck, de 47 años, empezó a correr a los veinte y pico como su terapia particular para mejorar una capacidad pulmonar muy menguada por largas jornadas respirando productos químicos rodeado de maquinaria naval. El hombre fue de menos a más hasta acabar decenas y decenas de maratones. Yoonjoo Lee y Goyo Choi son las que narran con entusiasmo la trayectori­a de Jae-Duck mientras preparan la comida de su ídolo en uno de los puntos de control y de avituallam­iento de esta supercarre­ra, en Espot. Mientras van colocando cuencos con diferentes tipos de arroz y pescado, geles y batidos energético­s, Lee y Choi contestan con una sonrisa todos los detalles de la vida de Jae-Duck. “Sí, mejoró mucho, respira muy bien. Desde hace años participa en muchos ultramarat­ones. Hemos venido expresamen­te a Catalunya para la Buff Epic Trail , sólo estamos cuatro días aquí”, cuenta Choy, que es miembro de la federación surcoreana de Skyrunning. Ganas tienen, pues soportaron 30 horas de vuelos hasta aterrizar en Catalunya desde Seúl. Jae-Duck, bautizado en su país como el Hombre de Hierro, se va con un sabor agridulce: en el kilómetro 71, tras casi once horas subiendo y bajando montañas, no pudo más y abandonó.

También dijeron basta por agotamient­o, hipotermia o lesiones varias otras 46 personas de las 195 que a las seis de la mañana del sábado partieron de Barruera, en la Vall de Boí, con el propósito de culminar los 105 kilómetros. Entre ellas estaba una gran corredora, la vencedora del año pasado, Núria Picas, que en el kilómetro 23 tuvo que dejarlo por problemas en un tobillo.

Gema Arenas, de 37 años, también estuvo a un paso de renunciar en dos ocasiones. “A partir del kilómetro 30 –contaba ayer– las piernas no me iban muy bien y en el 60 mezclé un batido con Coca-Cola y sandía y me sentó fatal, se me cerró el estómago. A partir del 78 ya no me entraba nada, lo pasé muy, muy mal... Y en 81 estaba al límite. Pero iba con mi marido y decidí acabar”. Y sí, acabó tras más de 16 horas de sufrimient­o. Cruzó la meta tres minutos después que su pareja, Agustín Luján.

Gema se reveló como una atleta con gran potencial tras dar a luz a su segundo hijo, una niña que ahora tiene tres años. “Antes salía a correr con las amigas una horita y media en plan cháchara, pero con dos niños tenía menos tiempo y opté por hacer entrenos de más calidad”. En el 2014, se estrenó en las carreras de montaña y al año siguiente ya ganaba el campeonato de España de Ultra. Tanto para Gema como para Caroline Chaverot, la vencedora el sábado de la Buff Epic Trail y por tanto del campeonato del mundo de esta modalidad, esto es una afición. Compaginan el deporte con la familia y con el trabajo. Gema, en la cadena de montaje de una fábrica de transforma­dores en Almagro, y la francesa Caroline, a punto de cumplir los 40, como profesora de Geografía e Historia en un instituto de Ginebra. Caroline se monta cada día en su moto para ir desde Annecy, donde vive, hasta la ciudad suiza. Por la tarde, regresa a casa, está con sus tres hijos y su marido y se entrena lo que puede. En Barruera fue la primera mujer y la décima de la clasificac­ión general, con 13 horas y 13 minutos. El ganador masculino, Luis Alberto Hernando, invirtió 11 horas y 36 minutos, tiempo récord.

Cabe precisar que estos son los tiempos oficiales para “ajustarse” a la normativa. Como unos ocho kilómetros del recorrido discurren dentro del parque nacional, los participan­tes deben quitarse el dorsal durante este tramo, ya que no está permitido el paso por este espacio protegido. Así, del total de tiempo invertido por cada corredor, al final la organizaci­ón resta un 10%.

En esta y en otras ultras, tanto los vencedores como los que llegan últimos tienen sus momentos de gloria. El veterano Josep Dolcet, a punto de cumplir los 66 años, estaba en el pelotón de cola. A mucha honra. Sus ritmos y su estrategia le han llevado casi siempre a acabar sin males mayores. Ayer, tras más de 28 horas, saboreó otra victoria. Igual que el periodista alemán Harald Bajov, mucho más jovencito. Cincuenta y una primaveras. “Esta ha sido la carrera más dura de mi vida”, exclamaba contento.

Tanto los vencedores como los últimos tienen su momento de gloria en este campeonato del mundo de ultratrail

 ?? JORDI SARAGOSSA / BUFF EPIC TRAIL ?? Caroline Chaverot, en un momento de la Buff Epic Trail, que ganó y la proclamó campeona del mundo
JORDI SARAGOSSA / BUFF EPIC TRAIL Caroline Chaverot, en un momento de la Buff Epic Trail, que ganó y la proclamó campeona del mundo
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