Cojines a la última
Calma House factura 2,1 millones de euros y abre siete tiendas propias en su primer año
Tras diez años de la venta de Textura a un fondo de capital riesgo, Carlos Manchón e Isabel Criado, fundadores de esta cadena de ropa y artículos del hogar, han vuelto a entrar en el sector del textil. Lo han hecho a través de Calma House, una cadena de cojines y decoración que han fundado junto a sus dos hijas Clara y María. La familia explica que el negocio ha surgido por una sinergia de valores. “Nuestros padres aportan el conocimiento y la experiencia y nosotras el diseño y la identidad de la firma. Hemos estudiado diseño y moda y queríamos crear una marca para plasmar las últimas tendencias con un estilo joven y mediterráneo”.
Los Manchón explican que han decidido focalizar el negocio en el cojín ya que es un producto barato y versátil a la hora de crear estampados. “Con su diseño podemos arriesgar más que en una funda de sofá o unas sábanas. Además, contamos con la experiencia de conocer el sector del hogar y la decoración”.
La estrategia de negocio de Calma House consiste en ubicarse en zonas urbanas con mucha afluencia, tener visibilidad en ferias del textil y ofrecer un producto con tejidos naturales y a precio asequible. Para lograr todo ello, la familia explica que tiene que diseñar en Barcelona y externalizar la producción en Asia (China, Vietnam e India) y Portugal, donde los precios son más competitivos.
Para su expansión, los fundadores emplearon fondos propios y, en sólo un año, pusieron en marcha siete tiendas: tres en Barcelona (Balmes, Gran de Gràcia y Mestre Nicolau) y otras cuatro en Sant Cugat, Girona, Palafrugell e Ibiza. La familia asegura que Calma House emplea a 30 personas y factura 2,1 millones de euros, una cifra que “ya hace rentable el negocio”.
Además, los Manchón apuntan que “la compañía también vende a través de su canal online y al por mayor, a tiendas multimarca del sector del hogar y la decoración”. La mayoría, dicen, son españolas pero también han alcanzado acuerdos con compañías internacionales. En concreto, de los 1.000 clientes que les compran al por mayor, 50 de ellos provienen de otros países. Jose Riera, director comercial de la firma, espera que “las ventas de esta división continuen aumentando ya que en solo un año han significado alrededor del 30% de la facturación”.
La familia avanza que, a lo largo de este año, Calma House abrirá otras cuatro o cinco tiendas propias en España y que la facturación del 2016 será de aproximadamente 3 millones de euros, casi un 50% más que en su primer año.
La familia Manchón, que vendió Textura hace diez años, vuelve a entrar en el sector del hogar y la decoración