La ANC y Òmnium descentralizan el Onze de Setembre y piden unidad
Cinco movilizaciones para un único objetivo: que sean una muestra “de unidad” para “culminar” el proceso de independencia. Ya era conocido que Barcelona, Tarragona, Lleida, Berga y Salt serían las ciudades que la ANC y Òmnium Cultural habían escogido para movilizar al independentismo el próximo Onze de Setembre de manera simultánea. Unas movilizaciones que tendrán la vista puesta en la cuestión de confianza a la que se someterá Carles Puigdemont después de la Diada, y una descentralización que sufrirá la inevitable comparación con las exitosas concentraciones de años anteriores.
Faltaban los detalles y ayer las dos entidades soberanistas los anunciaron. La organización destacó que su voluntad es organizar tres marchas ciudadanas para cada una de estas cinco localidades durante la mañana de la Diada, a las que se podrá llegar “por mar, a pie, con tractores, bicicletas, caballos, autocares, coches, camiones, motos, ferrocarril, globo...”. La idea es la de reflejar “un país en movimiento” y un pueblo que está “a punto para ser independiente”.
Las marchas finalizarán sus recorridos por la tarde en puntos concretos de cada una de las ciudades. Así, en Barcelona la gente se concentrará en el paseo Lluís Companys y el paseo de Sant Joan hasta la avenida Diagonal; en Tarragona, en la rambla Nova; en Lleida, en un tramo de la orilla del río Segre; en Berga, en el paseo de la Pau, y en Salt la movilización culminará en el paseo de los Països Catalans. Sin embargo, las entidades todavía no han decidido qué escenificaciones se harán en cada una de ellas.
Jordi Sànchez, presidente de la ANC, aseguró que las ciudades deben conseguir la mayor movilización de su historia. Para Sànchez, la convocatoria de este 2016 para la Diada pretende ser un llamamiento de “unidad” que el soberanismo “exige”. Con respecto al referéndum unilateral de independencia (RUI), el líder de la ANC destacó que no será uno de los motivos principales de la movilización en esta Diada, pero sí de las negociaciones bilaterales entre el Govern y la CUP de cara a la cuestión de confianza del próximo mes de septiembre.
Las movilizaciones tienen como símbolo este año un punto, que significa el “destino” de la república catalana. También quiso aclarar que aunque sean acciones descentralizadas, la imagen que se quiere dar es la de “todo un país que se mueve por el mismo objetivo” y listo para culminar el proceso independentista.
Por su parte, el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, llamó a la ciudadanía a participar en la movilización para hacer frente a “un Estado antidemocrático”. Con todo, reclamó la colaboración de todos los demócratas y señaló que la aprobación de la gestión del presidente tiene que servir para relanzar el proceso independentista.