Estrellas con causa
Una pléyade de famosos participa en la convención demócrata en lucha contra Trump
Entra al escenario un tipo estirado, entiéndase, alto, que no altivo, y hace su presentación. –Soy Michael Jordan La concurrencia que llena el pabellón Wells Fargo, donde de habitual juega el equipo local de la NBA, los Philadelfia 76ers –los Sixers–, estalla en una carcajada ante la broma con que arranca el orador. El que está delante no es la gran leyenda del baloncesto, es otra, que también marcó una época. El que habla responde por Kareem Abdul-Jabbar
–Lo he dicho porque no creo que Donald Trump pueda observar cuál es la diferencia.
De un plumazo, sin requerir adjetivos bombásticos ni retórica hiperbólica, este gigante, que nació como Lew Alcindor y se cambió de nombre al convertirse al islam, describe la idiosincrasia racista del candidato republicano en ruta hacia la Casa Blanca. El magnate, popular por su egomaniaca conducta, amplificada con su programa de telerrealidad, ha tenido que escuchar esta semana muchas expresiones, poco o nada halagadoras, procedentes de la galaxia del faranduleo.
En los cuatro días de la convención del Partido Demócrata, el desfile de artistas ha sido un espectáculo. Si se mira la lista de los que fueron a Cleveland al cónclave conservador –a esa celebrities hay que googlearlas primero para saber sus méritos–, “la comparación es odiosa”, en estricto cumplimiento del dicho. Sostienen que no pocos declinaron viajar a la ciudad de Ohio del 18 al 21 de julio “para no dañar su imagen”.
Esta circunstancia tóxica contrasta con la implicación política demostrada en la convención demócrata por famosos del cine, la música o la televisión.
Por ejemplo, la noche del jueves está programado el discurso de aceptación de Hillary Clinton, la primera mujer que consigue la nominación para ser presidenta de Estados Unidos. El show previo corre a cargo de Katy Perry.
“Mis padres son ministros religiosos y republicanos incondicionales”, suelta de entrada. “No acabé el bachillerato, no tengo una educación formal –prosiguió–, pero tengo una mentalidad abierta y una voz. Haced que os escuchen para derrotar al NRA”. Estas siglas corresponden a la Asociación Nacional del Rifle, opuesta a toda regulación en la venta de armas, ni siquiera a supuestos terroristas, y a la que Trump rinde pleitesía.
Escuchado aquí su hit Roar (rugido), puro pop comercial, resuena casi a canción protesta: Has oído mi voz/ has oído este sonido/ como el trueno va a sacudir el suelo,...”.
Al acabar, saluda y deja su mensaje final: “La victoria corre por vuestras venas”.
Según Jim Rutenberg en The New York Times, “Hillary Clinton ha ofrecido un mejor show televisivo en Filadelfia que Donald Trump en Cleveland”. El multimillonario, convertido en sensación mediática, prometió un gran espectáculo, pero la audiencia se ha volcado con los rivales. Si bien es cierto que el discurso de
Trump superó en espectadores al de Clinton (32,2 millones por 29,8), en global ocurre al revés. La media demócrata de audiencia se situó en el “primer time” a diario en 26,2 millones, por 24,6.
Este artículo se ilustra con las fotos de unos cuantos de estos artistas en sus momentos mitineros bajo una causa común: todos con Hillary y contra Trump.
El enumerado íntegro sería extenso. Hubo momentos de ruido y otros de nostalgia. La gente tarareó con Paul Simon el Puente
sobre aguas turbulentas –un rechazo al muro de Trump–, en la previa al elogiado discurso de la primera dama Michelle Obama.
Los temas abarcaron el amplio espectro de respuestas a los prejuicios que difunde el ventilador del trumpismo. “Lo más probable es que Donald Trump calificara mi cuerpo como un dos”, ironizó Lena Dunham por sus opiniones desconsideradas hacia la mujer. “Lo más probable es que diga que soy una violadora”, terció America Ferrera, de raíz hondureña.
“Un dios, un planeta, un pueblo y amor es la única solución”. Así lo condensó todo Lenny Kravitz antes de cantar Let love rule.
Que mande el amor.
El magnate superó a Clinton en audiencia, pero, en el global, el show demócrata fue mucho más seguido