El Erasmus de las series españolas
El mercado internacional se interesa por las ficciones autóctonas, que todavía viven muy condicionadas por las exigencias de los canales
Era posible comerse un bocadillo en un bar finlandés hace unos añosy encontrarse con Los Serrano en la televisión del local y Médico de familia ya había sido un fenómeno internacional. Pero aquello que antes percibíamos como anécdotas está adquiriendo más peso en una industria audiovisual cada vez más global y el caso de Los misterios de Laura actualmente es el más notorio. RTVE canceló la serie después de tres temporadas y compró los derechos de la versión americana que es como si en EE.UU. prefirieran el Cheers de Antonio Resines antes que el original con Ted Danson. Pero ni esta incongruencia ni los malos datos de The mysteries of Laura pueden ocultar que es un formato de éxito y que el mercado internacional se fija en España. ¿Pero está su futuro fuera de las fronteras?
“Como guionista creo que una buena historia o concepto es lo que llama la atención”, explica Javier Holgado, cocreador de la serie. Las investigaciones de una madre coraje no solamente llamaron la atención de Warner Bros y el canal NBC sino que se han adaptado en Rusia, Italia y Holanda, además de emitirse la versión española en países latinoamericanos. ¿Pero es este el objetivo de las cadenas? “A los canales les importan las audiencias y creo que en los países nórdicos tampoco eligen los proyectos pensando en el mercado internacional”, dice Holgado, que podría tener otro remake de la mano de Ellen Pompeo (Anatomía de Grey), que compró los derechos de Motivos personales.
De la misma opinión es Manuel Ríos San Martín, guionista de Compañeros y Sin identidad. “En los países nórdicos han tenido golpes creativos muy buenos y la producción estaba bien hecha teniendo en cuenta sus presupuestos” pero la clave está en que “los conceptos son universales”. Sin embargo, el problema que afrontan las ficciones españolas es que “es mucho más fácil escribir series de 45 minutos que de 70”. Sólo se salen de este esquema las ficciones catalanas de TV3, que tuvo su pelotazo internacional con Polseres vermelles de Filmax.
Marc Vigil, el director de El Ministerio del Tiempo, también lo ve claro: “Las series se podrán exportar mucho mejor cuando produzcamos formatos de 50 minutos porque vamos cortísimos de dinero”. Las series se mueven entre los 350.000 y 700.000 euros por episodio pero deben ocupar un metraje que afecta el trabajo de los guionistas y del equipo técnico. El director, que está camino a México D.F. para dirigir un piloto para Televisa, compara RTVE con la BBC, que tiene “unas producciones carísimas” y siguen siendo una buena inversión porque “un canal público no debería rentabilizar las series únicamente con la audiencia”. De El ministerio, por ejemplo, ya se desarrollan remakes en México y China.
La responsable de ventas internacionales de la productora Boomerang, María García-Castrillón, también nos confirma que la duración impuesta por el modelo televi-
“Se podrá exportar mucho mejor cuando produzcamos formatos de 50 minutos, vamos cortos de dinero”