Postal de Etiopía
El Tribunal Constitucional ha decidido enfriar las turbinas del reactor nuclear catalán. Suspende cautelarmente la votación del plan de ruta para la secesión, pero también deja en suspenso las medidas penales que sugería, con ardor, la Abogacía del Estado. Refrigerante en las turbinas a la espera de los acontecimientos políticos de septiembre, que serán muy variados e interesantes.
El tribunal abre un periodo de veinte días hábiles para que la presidenta Carme Forcadell explique su versión de la votación y deja la decisión definitiva para dentro de un mes. El TC tenía en calendario una sesión plenaria para los días 8 y 9 de septiembre que ayer fue borrada de la agenda. Los magistrados se reunirán una vez transcurrido el Onze de Setembre. La fiesta nacional de Catalunya –la cuarta edición desde el 2012 presidida por la reclamación explícita de independencia– no se celebrará con la presidenta del Parlament suspendida, ni encausada penalmente. “No se ha querido fabricar una mártir”, explicaba ayer una fuente conocedora de los entresijos del tribunal.
Refrigerante en el reactor catalán. Hay una notable distancia entre el enfoque del TC y el tono batallador del informe elevado el pasado jueves por la Abogacía del Estado al Gobierno. La Abogada General del Estado, Marta Silva de Lapuerta, sugería al Ejecutivo la adoptación de medidas muy drásticas, al considerar que existen motivos más que suficientes para que la Fiscalía actúe por el delito de desobediencia. La señora Silva fue secretaria de la junta directiva del Real Madrid bajo la presidencia de Florentino Pérez y es hija de Federico Silva Muñoz, ministro de Obras Públicas entre 1965 y 1970. Su informe se hallaba bastante lejos de la “línea refrigerante” finalmente adoptada.
No se ha querido pulsar el botón dramático. Un país que acumula más de siete meses de interinidad política, sin perspectivas de arreglo inmediato, no está en condiciones de pulsar el botón del drama catalán ante la mirada expectante de la Unión Europea. La Catalunya independentista no tiene hoy suficiente fuerza para imponer un programa de ruptura –en las últimas elecciones invitó a la gente a dar el voto de su vida y no consiguió superar el listón fundamental del 50%–, pero dispone de suficiente energía, al contar con el apoyo de muchos jóvenes y de sectores dinámicos de las clases medias, para mantener el tablero en vilo.
La España interina no está en condiciones de vivir un gran drama político en puertas de septiembre. El líder del partido más votado aún no sabe si sube o baja las escaleras de la investidura después de haber recibido el encargo oficial del Rey. La confusión es total en Madrid. No hay margen para el drama. Esa es la cuestión. Todo sigue siendo muy espeso y la convocatoria de las elecciones vascas y gallegas para el 25 de septiembre sugiere que la Gran Partida se va a jugar ese mes.
Onze de Setembre sin máximo voltaje. Carles Puigdemont ante una cuestión de confianza, el 28 de septiembre, que deberá ganar a pulso. (La CUP vuelve a sentirse fuerte). Elecciones vascas y gallegas. Rajoy subiendo y bajando escaleras. El Constitucional echa refrigerante al reactor catalán y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, se va mañana de vacaciones a Etiopía. Los dramas históricos ya no son lo que eran.
El Constitucional decide echar refrigerante a las turbinas del reactor nuclear catalán