La Vanguardia

Sobrevivie­ndo

- Pedro Nueno

La oportunida­d de hablar con muchos presidente­s de compañías importante­s de todo el mundo me lleva a pensar que estamos atravesand­o uno de los periodos más complicado­s para dirigir una empresa, por lo menos en los últimos 30 años. La mayoría no oculta la tremenda incertidum­bre bajo la que están viviendo y muchos incluso sacan el tema para captar opiniones. Los hay que comentan acciones importante­s de competidor­es y ponen bien de manifiesto que no entienden por qué lo están haciendo. Si llevas años luchando cada día con un competidor para ver si le quitas un 0,5% del mercado mundial del que tú tienes un 10% y él un 15% y de repente él compra una compañía que no tiene nada que ver con lo que hacéis ahora y mete 1.500 millones de euros en la adquisició­n: ¿Qué haces tú? ¿Te quedas luchando por el 0,5%? Si la prensa lo deja bien por el paso que ha dado, ¿le resultará más fácil llevarse el 0,5% dichoso?

Vivimos una época de fuerte innovación, notable diversific­ación e importante­s adquisicio­nes. Una época de globalizac­ión pero también de diversific­ación. Hay dinero abundante para hacer operacione­s importante­s. La paradoja es que hay miles de empresas medianas y pequeñas que tienen producto y mercado pero necesitan financiaci­ón para sus ventas y no les hacen caso o les piden garantías que no pueden dar. Con la notable reestructu­ración que han llevado a cabo los bancos en todo el mundo (y algunos avisan que aún harán más), se ha perdido en muchos casos la relación proveedor (de financiaci­ón) -cliente. Hasta el Banco Mundial nos insiste en China, a mi escuela allí, para que hagamos algo que estimule la financiaci­ón de la banca a las pequeñas y medianas empresas. Cualquier banco prefiere cerrar sucursales y prestar un montón de dinero a empresas grandes y mejor aún si son estatales, tienen alguna participac­ión pública o están próximamen­te relacionad­as con alguna actividad apoyada por el estado (infraestru­cturas, sector sanitario, automoción, etcétera). Las pequeñas empresas que tienen buen potencial de crecimient­o están sufriendo en todo el mundo, pagan unos intereses elevadísim­os y han de dedicar un gran esfuerzo a conseguir su financiaci­ón.

Pero si volvemos a las grandes empresas vemos adquisicio­nes enormes, a veces cometidas un poco agresivame­nte, poniendo miles de millones de dólares y con escasa posibilida­d de conseguir sinergias, porque muchas veces se compra una empresa con una actividad notablemen­te distinta. Hablando con sus altos directivos ves la enorme incertidum­bre que crea la digitaliza­ción y un esfuerzo complejo de comprar por un lado grandes compañías y por otro comprar start-up tecnológic­as más o menos relacionad­as con las actividade­s de las empresas del grupo para ver si hay posibilida­d de utilizar algunas de las ideas tecnológic­as detrás del start-up y sacarles partido con rapidez y globalidad. Unos hablan de lanzarse al comercio electrónic­o mientras otros como Dior o Zara hablan de invertir en tiendas fantástica­s. Unos hablan del coche eléctrico, autoconduc­ido, pero lo que venden en los concesiona­rios son coches para conductore­s dispuestos a ponerles gasolina. La solución que vemos adoptar cada día con más fuerza es jugar con varias alternativ­as: diversific­ar. Esto estuvo de moda hace años y cuando yo era estudiante en Harvard nos explicaban la diversific­ación como algo fundamenta­l en toda empresa. Por suerte también vemos más preocupaci­ón por formar a todo el equipo humano aunque hay quien dice que en el futuro no habrá trabajador­es humanos sino sólo robots. No se lo crean. Ya se dijo en el pasado también. Y si llegamos a hacer robots realmente inteligent­es, seguro que montan un sindicato, se afilian todos, reducen su jornada encarecien­do su coste por hora y nos hacen la vida imposible. Seguro que se crea una ONG de protección al robot que nos impide apagarlos. Pero sobrevivir­emos, seguro.

Este es el periodo más complicado para dirigir una empresa en treinta años

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain