Espectacular detención en Barcelona de la banda de los Pink Panthers
La Policía Nacional frustra el asalto a una joyería de la mítica banda de los Pink Panthers
Integran la jet set de los atracadores. Y ayer en Barcelona, tras meses sin asomar la patita en España, cayeron cinco miembros de The Pink Panther Gang, la banda de asaltantes de joyerías más peligrosa y efectiva del mundo. Siempre van armados, pero nunca en los casi 20 años de vida sus miembros han disparado. Cerca de 400 golpes en 35 países y un botín que supera los 350 millones de euros. Pese a su meticulosidad, el grupo de atracos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional y la Brigada de Barcelona frustró ayer su último palo, un golpe que iban a dar en el paseo de Gràcia.
El lunes la policía alemana inforgesto mó a la Policía Nacional de que habían detectado en Barcelona a un conocido Pink Panther. Había volado desde Belgrado y se alojaba en el hotel Rialto de la calle Ferrán. Esa misma noche se le empezó a vigilar. El martes, el objetivo cambió de hotel. Fue al Rafael de Badalona.
Al día siguiente, el individuo se citó con otros dos hombres en el centro de Barcelona. Dedicaron parte del día a pasear por las calles más comerciales. Observaron objetivos. Estudiaron sus posibilidades y estuvieron atentos a cualquier movimiento a su alrededor que les hiciera sospechar de que estaban siendo vigilados. No detectaron el seguimiento. Estaban tranquilos y siguieron confiados a lo suyo.
Un dato despistó entonces a los investigadores. El principal sospechoso se había alojado en el hotel con su verdadera identidad. Por eso se descartó que se atrevieran a dar un golpe y se pensó que el grupo estaba recopilando información de un objetivo. Aunque tratándose de los Pink Panther, como todo es posible, la policía movilizó al Grupo Especial de Operaciones (GEO), que se desplazó desde su sede en Guadalajara, y que actúa en las detenciones de delincuentes armados.
El jueves por la noche, los investigadores se dividieron en dos grupos. Los que vigilaron a dos de los sospechosos en el hotel Imperial Tarraco de Tarragona, y los que seguían tras la pista del primer objetivo que seguía en el mismo hotel de Badalona. A primera hora de la mañana de ayer, tras desayunar, los tres se desplazaron por separado a Barcelona. Poco antes del mediodía, coincidieron en el paseo de Gràcia, justo en la acera de enfrente de la Casa Batlló.
Todo se sucedió con bastante velocidad. Lo que no sabía la policía es que en el grupo de atracadores aún habían otros dos hombres, que no tenían identificados. Fueron los que actuaron. Uno se acercó a la puerta de la joyería. No había clientes en el interior. Llamó al timbre y un dependiente le abrió confiado. Tras el hombre entró de un empujón, con casco, y empuñando una pistola un segundo asaltante. Mientras amenazaba con el arma, su compinche rompió de un golpe el cristal del aparador y agarró todas las joyas que tuvo a su alcance.
En ese momento, alertado por el ruido, desde la trastienda apareció el responsable de la joyería, Jordi Pont, quien, sin pesarlo dos veces, se avalanzó sobre el arma. Fue un espontáneo, en caliente, sin pensar, creyendo, quizás, que podría tratarse de un arma simulada. Pero nada más lejos de la realidad. Los Pink Panthers siempre van armados. Los detenidos ayer, también. En concreto, uno de ellos empuñaba un Taurus del calibre 44, un revólver de grandes dimensiones. El atracador no disparó, manteniendo la leyenda de que sigue siendo una banda que nunca ha herido de bala a nadie. Como en todos sus
LOS SEGUIMIENTOS Uno de los ‘panthers’ llegó el lunes desde Belgrado y cambió dos veces de hotel
DISPAROS AL AIRE
Un geo disparó al aire para frenar al asaltante armado con un revólver del 44
golpes, el atraco no duró ni tres minutos.
Los asaltantes fueron interceptados al salir por los geos. Los tres que ya estaban siendo vigilados cayeron al momento. El cuarto, con peluca, también. Pero el quinto asaltante, el que iba armado, empezó a correr, pistola en mano, haciendo caso omiso de los gritos de “alto policía”. En ese momento, uno de los geo realizó tres tiros al aire y lograron reducir al sospechoso en las confluencias de Consell de Cent con Pau Claris. La secuencia provocó escenas de pánico en los alrededores. La persecución, las armas a la vista y los disparos hicieron por un momento pensar en el peor de los escenarios. Hubo gente que huyó de las terrazas cercanas y otros que salieron a la carrera a esconderse en establecimientos vecinos. La policía logró que se recuperara la normalidad a los pocos minutos.
El último miembro de los Pink Panther que fue detenido en España fue Borko Ilincic, un pata negra, en el 2014 en Alcalà de Henares y por los mismos investigadores que actuaron ayer. A sus 33 años, Ilincic había participado en el atraco a una joyería del Wafi Mall, uno de los centros comerciales más lujosos de Dubái. Se llevaron once millones de euros en joyas en 170 segundos. La élite criminal. En rosa.