La pandilla del 79
Platillos sabrosos y complicidad entre amigos nacidos el mismo año son la clave de su éxito
No hay fórmulas mágicas para que una casa funcione pero si hay un factor esencial es el equipo. Y ese es, probablemente, el mayor acierto de Bambarol. Cuando se acaban de cumplir tres años desde que abrieron (primero sólo por la noche y desde hace un año también a mediodía), Albert Ferrer y Ferran Maicas miran atrás y recuerdan el momento en que supieron que tenían que dar el paso de abrir su propio negocio. Fue en unos días de vacaciones en Menorca cuando Ferran vio que, en la misma cala en la que se alojaba, alquilaban un restaurante, frente al mar. La primera tentación fue no regresar a Barcelona. “Aquella noche dormí y supe que había llegado el momento de ponernos en marcha”. No acabaron junto a la orilla ni tampoco en el barrio de Gràcia, donde buscaron sin parar, sino en la calle Santaló, en un barrio que desconocían pero que han acabado conquistando con su propuesta de platillos sabrosos
Preparaciones como la ensaladilla, las vieiras con papada o el salmón marinado ya son clásicos de la casa
y la empatía que generan tanto desde la cocina como en la sala este grupo de amigos, la mayoría nacidos en el 79. Ambos chefs se conocieron a las órdenes de Xavier Franco (primero en el viejo Saüc, luego en el Ohla), después de haber pasado por otras grandes casas. También habían compartido fogones con Pablo Ja Rodriguez, que sigue con ellos. Jonathan Viol, amigo de Ferran desde la infancia (“intercambiábamos cromos en la puerta de la academia de inglés y un día descubrimos que éramos vecinos”) lavó muchos platos antes de convertirse en un jefe de sala enamorado de su trabajo.
Hay preparaciones que se mantienen desde los principio en la pizarra del Bambarol, como la ensaladilla rusa, las vieiras con patatas y espárragos, las croquetas de jamón o el salmón marinado, a los que se han ido sumando otros de sus éxitos, como el cochinillo, el arroz del día, la ensalada de sardina ahumada o la de tomate y sandía, que aparece en la foto. ¿Tentaciones de hacer una cocina más creativa? “Siempre las hay, y algunas cosas vamos haciendo, pero nos gusta el chup chup y nos encanta ver que nuestros platos gustan”. Los chefs se han propuesto salir más a la sala, para acompañar a Viol y a Gioseppe Lapignola y Víctor Moldes, que antes de desembarcar en Bambarol trabajaron en Dos Cielos y Dos Palillos respectivamente. Un equipazo.
En el equipo hay profesionales que vienen de restaurantes como Saüc, Dos Palillos o Dos Cielos