La catalana que hizo danzar a Maracaná
Olha que coisa mais linda Mais cheia de graça É ela, a menina Que vem e que passa Num doce balanço Caminho do mar
Garota de Ipanema - Vinícius de Moraes
En una pared exterior del bar Garota de Ipanema, en la calle Vinícius de Moraes, se observa el inicio de la partitura de una de las canciones más reconocidas de la música del Brasil. A pocos metros del bar tiene su domicilio Barbarana Pons, una barcelonesa de 43 años que participó la pasada noche en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Río. Ha estado situada en medio del césped, de Maracaná, sepultado para la ocasión por una lona serigrafiada, para que bailarines, actores, músicos y atletas supieran exactamente cuál era el correcto recorrido por donde debían pasar fuera cantando, danzando, tocando o caminando. La catalana ha sido la encargada de dirigir el complejo recorrido de los 12.000 atletas a través del acompañamiento de casi 800 personas (la mayoría voluntarios) y vestidos de amarillo “como Bob Esponja”. Ha sido una ceremonia muy carioca, colorista, simple y efectista, de presupuesto menor que las de Londres o Pekín y donde los tres directores han intentado destruir los estereotipos habituales de Brasil. Según Barbarana, uno de los momentos más impresionantes de la noche ha sido cuando niños de diferentes escuelas públicas de favelas de Río han interpretado el Himno Olímpico. Otro, la posible polémica (si no se ha evitado a última hora) después de conocer que la persona que acompaña el desfile con atletas a Iraq es uno de los tres transexuales que han sido elegidos para llevar en bicicleta el cartel de tres delegaciones de las 207 olímpicas en Río. Ha tocado por sorteo. Bendito sea.
Esta coreógrafa de masas comenzó en la compañía infantil Roseland Musical de Barcelona al lado de su admirada Marta Almirall, actual jefa de fiestas del Ayuntamiento de Ada Colau. Se fue luego a estudiar danza a Nueva York y volvió para traducir las partituras de musicales internacionales como Rent. Estuvo de voluntaria en la ceremonia inaugural de los Juegos de Barcelona donde quedaba sepultada por una de las olas mediterráneas de La Fura dels Baus. A partir de ahí fue contratada para organizar la fiesta del setenta aniversario del sultán Cabús en Omán donde tuvo que dirigir a 12.000 niños en la que asegura Barbarana “ha sido la experiencia más maravillosa de mi vida”. Conoció entonces a Steve Boyd, un norteamericano que la contrató para organizar las cuatro ceremonias de Londres 2012 (inauguración y clausura de olímpicos y paralímpicos), luego trabajaron en las de los Juegos de invierno de Sochi 2014 y ahora la inauguración de esta pasada noche en Río.
Pero lo que para Barbarana Pons es la organización más compleja es la de la cabalgata de los Reyes Magos de Barcelona, donde ella es la responsable. Así de claro lo comenta.
Paseamos por la playa de Ipanema. Vemos a un grupo de chavales danzando por la arena en el primer día de la semana que cae un sol de justicia. “Les viene el sentido del ritmo de serie. Les va en las venas”. Esta noche, aunque tuvieras vergüenza en bailar, lo has acabado haciendo. Bailaba Brasil, se movía Río, danzaba Maracaná. Una catalana (la única de la organización) nos ha hecho danzar. Mientras, esta mañana volará de nuevo a Barcelona dejando atrás “una experiencia que no olvidará jamás”.
O seu balançado é mais que um poema. É a coisa mais linda que eu já vi passar.
(Garota de Ipanema)