Los nuevos emigrados
Creadores que trabajan en Gran Bretaña analizan los efectos del ‘Brexit’ en la cultura
Ahora que el Brexit ha levantado una frontera artificial y la Unión Europea es cada vez menos cultura y más economía, La Vanguardia recoge la opinión de cinco españoles del mundo de la cultura residentes en Gran Bretaña.
La cultura británica forma parte del núcleo que ha generado la cultura europea, que no se entendería sin ella. Y a la inversa. Las obras plásticas, escritas, cantadas, musicadas, filmadas, bailadas o representadas no entienden de fronteras, ni siquiera de idiomas, pero ahora el
Brexit ha levantado una frontera artificial y la UE es ahora menos cultura y más economía. Hay 102.000 españoles registrados en el Reino Unido (por 264.000 británicos registrados en España).
La Vanguardia recoge la opinión de cinco españoles del mundo de la cultura residentes en Gran Bretaña. Ángela de la Cruz es una de las artistas españolas más internacionales: finalista del Turner Prize, organizado por la Tate, que tiene obra suya. Emilio de la Morena es un diseñador de moda que dejó su lucrativo oficio de consultor para estudiar en la Central St. Martins School: se inspira en Arp y Chillida y viste a Kate Moss o Lana del Rey. Salvador Macip es un escritor catalán de una singularidad aún no reconocida en su tierra. Pedro Font-Alba es arquitecto y promueve una plataforma de difusión del arte español. Yolanda Porter es traductora al castellano y al catalán.
ÁNGELA DE LA CRUZ “El mundo del arte está muy afectado”
“Llegué a Londres a finales del 1987 atraída por la música y el movimiento after punk. Quería encontrar gente que pensase como yo y la encontré en Londres. Todos veníamos aquí en busca de libertad y creatividad. Creo que la gente estuvo mal informada de las consecuencias que tenía dejar la UE y que votaron leave como protesta por la situación económica y laboral que padecen en el medio y norte del país. Pensaron que votando contra la Unión Europea su protesta sería más fuerte. Por otro lado, las mentiras por parte de los partidos de extrema derecha y derecha (UKIP y Conservatives), como la falsa propaganda de Nigel Farage que dijo que destinaría las 350.000 libras que UK paga a la UE cada semana para invertirlo en la Seguridad Social inglesa, que está en crisis. La NHS garantiza que todo el mundo (británico o no) esté cubierto por los servicios médicos públicos. También todo ciudadano de la UE puede optar a una subvención económica (job seeker allowance) por desempleo así como por la vivienda (housing benefit), etcétera... Esto ha hecho que muchos británicos estén muy descontentos, y en contra de la inmigración ya que, según ellos, sólo vienen a Londres para cobrar estas ayudas. Ademas, la recesión y los recortes aplicados por el Gobierno actual han incrementado el racismo y la xenofobia, especialmente hacia países del Este y ahora, con el EI, los musulmanes. Yo estoy en contra del Brexit. No tengo pasaporte británico a pasar de que resido en Londres desde hace mas de 28 años, ni lo quiero tener porque después del resultado del Brexit, me daría vergüenza ser británica.
”Vivimos una crisis global. El actual modelo de la UE ya no es vigente. Tiene que acoplarse al mundo que vivimos, un mundo en crisis, con temor, con una población flotante.
“El mundo del arte está muy afectado. Casi toda la gente con la que trabajo no pertenece a Gran Bretaña. El mundo del arte es muy internacional y se nutre de este intercambio cultural y nacional. Me ha deprimido mucho y afecta la- boralmente a mucha gente. De repente, te hace sentir terrible estar aquí y mal recibida y da un poco de temor y mucha incertidumbre, ya que nadie sabe lo que va a pasar y qué consecuencias va a tener para nosotros. Estamos todos a la espera. Eso sí, se tienen que revisar las leyes de la UE. A mí me parece que las economías son muy diferentes entre países de la UE y eso crea resentimiento”.
EMILIO DE LA MORENA “Con el ‘Brexit’ quizás ya no nos interese venir aquí”
“No me fui a Londres para alejarme de España, me fui a estudiar una carrera internacional y pensé que estaría bien ganar experiencia laboral. Estudié en la Universidad de Edimburgo. Me ofrecieron un trabajo en Londres y no me lo pensé dos veces. Yo pensaba volver a España, pero no inmediatamente. En ese proceso de crecimiento decidí cambiar completamente de carrera volver a la universidad y convertirme en diseñador de moda. El Brexit ahora mismo no sabemos cómo nos va a afectar, todo está un poco en el aire. Realmente si la fronteras se cierran como en Estados Unidos, con la dificultad de conseguir visas de trabajo, va a ser muy fuerte. En el negocio, todos somos euro- peos, solamente dos personas son británicas.
”Para empezar, el producto básico que se compra en Italia, en España y Francia va a subir de precio muchísimo. Producir en Inglaterra va a ser medio imposible. Si yo tengo que comprar una tela, y a esa tela hay que añadirle un arancel, ese arancel lo va a pagar el cliente, tanto si es de aquí como si es de allí. Si toda la materia prima va a tener ese impuesto, la moda en este país no sé dónde va a ir.
”En el ámbito personal, tengo a mi familia, a mi hijo… Realmente no sé cómo me afectará tras el Brexit, no creo que me vaya a tener que ir por eso. En el aspecto cultural, puede suceder que esa fluidez de talento que hay ahora en Europa se pare. Artistas que ahora vienen aquí a trabajar a lo mejor no vienen más, se van a otro sitio. Ahora existe una sociedad multicultural. El Reino Unido aporta esa mezcla en que todo el mundo es lo mismo y tiene las mismas oportunidades. Con el Brexit, quizás, ya no nos interese venir aquí”.
SALVADOR MACIP “Puede afectar al cine”
“Conseguí un trabajo como jefe de un grupo de investigación en la Universidad de Leicester en el 2008. Antes estaba en Nueva
“Los arquitectos notamos inquietud entre los clientes”
York. Literariamente, todavía estoy sacándole zumo a los nueve años que viví en la Gran Manzana Mis tres novelas en solitario la tienen como escenario y la cuarta, que estoy terminando, también. Vivir en el corazón de Inglaterra, en un contexto bastante rural, no me ha inspirado mucho. Sí que me ha dado tranquilidad y tiempo para escribir más.
”Los ingleses nunca se han acabado de sentir parte de Europa, y tal como está montada la Unión, está la sensación de que dan más de lo que reciben. Eso lo ha aprovechado la extrema derecha para atizar la xenofobia. Encima, la campaña para quedarse no ha sido demasiado brillante. Es una decisión tomada más con el corazón que con la cabeza, porque a corto y medio plazo seguro que será una sacudida para el país.
”La crisis ha agravado la sensación de no identificarse con el modelo europeo y no tener control sobre la inmigración de los países del Este. Los países más ricos pueden salir perdiendo de una unión tal como está pensada, a menos que se impliquen adoptando la posición de líderes,
como han hecho Alemania y Francia.
”El hecho de tener que facturar libros y colaboraciones en Europa será un poco más complicado, pero no creo que sea un gran problema. Puedes escribir en cualquier lugar, las fronteras no importan mucho. Además, seguro que encontrarán la manera de emitir visados y permisos de trabajo para los que tenemos un trabajo fijo. No será muy diferente que trabajar en Estados Unidos. Habrá, sí, menos posibilidades para los británicos de acceder a financiación europea, cosa que puede afectar al cine y otras artes que dependen más. Con respecto a la literatura, la británica es muy fuerte y seguirá siendo traducida igual. Y seguramente los países europeos seguirán subvencionando las traducciones al inglés”.
“Llegué a Inglaterra en el verano de 1997 becado para cursar un máster en Diseño arquitectónico en la Bartlett, la escuela de arquitectura e UCL. Desde abril del 2014, codirijo también SCAN, una organización sin ánimo de lucro para la promoción del arte español.
”El referéndum ha presentado una radiografia preocupante de tensiones latentes en la sociedad británica y que permanecían veladas hasta ahora. La sorpresa del resultado se debe a que se ha desestimado la influencia en el voto de estas fracturas sociales. El resultado del referéndum es el reflejo de este sentimiento de frustración, generalizado en Europa (en América), con las políticas de austeridad impuestas por gobiernos neoliberales posteriores a la crisis. Subyacente por supuesto, existe un sentimiento latente de la ‘especial’ idiosincrasia y orgullo británico desde la descomposición del imperio, y que ha aflorado como intolerancia hacia el inmigrante y en brotes de racismo. El Brexit lo han decidido el 37% de ciudadanos con derecho a voto.
”En lo personal, me he sentido decepcionado por un resultado inesperado, y que inevitablemente te hace sentir, como a muchos en mi situación, no deseado en el país en el que has vivido, invertido y contribuido durante décadas. Profesionalmente, y en mi capacidad de arquitecto, empezamos en la ciudad a notar cierta inquietud entre nuestros clientes por la incertidumbre generada a raíz del resultado y comienzan a considerar pausar la inversión o interrumpir proyectos. Inevitablemente, esto es preocupante en una profesión tan sensible a la inversión como la arquitectura.
”Es difícil prever las consecuencias a largo plazo en la vida y atmósfera cultural del país, particularmente porque no existe una imagen
clara del nivel de Brexit que emergerá tras años de negociaciones. A corto plazo, no obstante, ya empiezan a atisbarse algunas de las consecuencias. Por un lado, la comunidad artística de europeos ven con preocupación la posibilidad de que el requisito de sueldo mínimo (35.000 libras, en la actualidad) para obtener visado como profesional liberal (actualmente aplicable a los nacionales no europeos), entre en vigor. Este requisito podría diezmar la vibrante y amplia comunidad de artistas, profesionales del arte, críticos, etcétera, que provenientes de países europeos y asentados aquí, contribuyen de forma importante al pulso creativo de sus ciudades.
”En nuestra capacidad de promotores culturales en SCAN, nos preocupa la reducción de oportunidades, ya escasas, de ayudas europeas y nacionales a la integración y diseminación de la cultura entre países miembros, una de nuestras principales misiones de la iniciativa”.
“Los ingleses nunca se han sentido verdaderamente parte de la UE y debido a la coyuntura política actual creen que sería una salida a los problemas del país. Soy traductora autónoma y mis clientes son mayoritariamente editoriales y diarios del territorio español. Gracias a la libre circulación de personas, puedo trabajar desde cualquier lugar en la UE. Si el Reino Unido se llega a marchar de la UE, se tendrá que ver los pactos a los que llegará individualmente con cada uno de los países (España tiene una cifra muy alta de residentes ingleses, en cuanto tienen un interés mutuo de llegar a un acuerdo). Si se pacta una libre circulación con el Gobierno español, mi situación no cambiará mucho, pero si la ruptura es total, me dificultará seguir trabajando aquí. Si se limita que gente como yo podamos vivir y trabajar desde el Reino Unido, tendrá un impacto en la calidad del trabajo, ya que la inmersión cultural a la que estoy expuesta añade un nivel de riqueza a mis traducciones que no tendría si no viviera aquí. Si la situación cambia, buscaré la manera de resolverlo en su momento”.
“Hay que esperar a qué pactos se llega con España”