El sueño de Pere-Antoni Torres Jordi
Víctor Balaguer ya se había construido su biblioteca museo en Vilanova i la Geltrú; la familia Samà, marqueses de Marianao, habían levantado su parque Samà; el Comte de Rius y otros, sus palacetes... Y Pere Antoni Torres Jordi no quiso ser menos que sus amigos. Así que este político liberal, muy bien situado y con una sólida posición económica, se fijó en este rincón de las Masies, que ya conocía puesto que, aunque nacido en Tarragona, era descendiente de la comarca. Diputado a Cortes desde 1872, diez años después fue nombrado director general de Beneficiencia y luego gobernador civil. Fue fugaz alcalde de Tarragona y primer director de La Vanguardia, como destaca el historiador Josep Maria Vallès. En 1889 desde Cuba, donde ejercía de secretario general del gobierno, otorgó poderes a dos amigos para adquirir la finca de la Masia de l’Aigua, junto a los terrenos donde ya se estaba construyendo Villa Engracia, bautizada así en honor de su madre, Engracia Jordi Munté.