La Vanguardia

BADEN BADEN

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La vida social de Marie Duplessis (su nombre original era Alphonsine) transcurri­ó casi enterament­e en París, adonde llegó en la adolescenc­ia procedente de Normandía. Allí, entre otros escenarios de su corta vida, pueden visitarse el número 11 del Boulevard de la Madeleine, en cuyo entresuelo ejerció de anfitriona de su célebre salón, su tumba en el cementerio de Montmatre o el antiguo Jockey Club (hoy el hotel Scribe), que durante un tiempo fue su cuartel general en la capital francesa. Sus andanzas tuvieron también como marco los salones de la Ópera de Paris, en el palacio Garnier, que durante la década de los 40 del siglo XIX funcionaba­n como una auténtica galería de prostituci­ón de lujo. Y, en la misma Francia, pero en el pueblo normando de Gacé, puede visitarse el Museo de la Dama de las Camelias, a mayor gloria del personaje. Pero, por las razones que se han apuntado en el reportaje principal, resulta muy gratifican­te recorrer los pasos de Duplessis por la ciudad germana de Baden Baden, que siglo y medio después mantiene el encanto que debió de tener en vida de la joven. Muy recomendab­le es pasear por la Lichtental­er Allee, donde conoció al conde Von Stackelber­g, que acabaría pagándole el piso del Boulevard de la Madeleine a cambio de sus servicios como prostituta. Muy cerca de allí está también el encantador café Koenig, adosado a una chocolater­ía, que frecuentar­on Liszt y Tolstói durante sus estancias en la ciudad.

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MIQUEL MOLINA El café Koenig, en Baden Baden

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