Más errores que goles
El Espanyol sucumbe ante el Sevilla a su propio caos defensivo
Perder marcando cuatro goles a domicilio no entra en la lógica del fútbol profesional, pero eso fue lo que hizo anoche el Espanyol de Quique Sánchez Flores, que se estrenó en la Liga con un llamativo 6-4 que bien podría haber sido una goleada a favor de no ser por los errores, clamorosos, que demostró en defensa. Había advertido el técnico que le faltaban refuerzos ahí abajo. Ayer quedó claramente de manifiesto.
Con los onces previsibles ambos equipos y el planteamiento ofensivo que se llevarán a la tumba, el partido pronto se convirtió en un espectáculo de juego y goles. La posesión y el juego los puso un Sevilla que acumuló hasta seis hombres en el centro del campo y que se hizo con excesiva comodidad de las bandas para hacer de cada centro y cada balón al área una ocasión de peligro. La velocidad y las ocasiones a la contra las puso el Espanyol, que aprovechó la flaqueza defensiva que le ofrecía la defensa de tres hombres de Sampaoli para abrir el marcador ya en el minuto 8 gracias a una genialidad de Baptistão que acabó en los pies de Piatti. Después fue Hernán quien aprovechó una contra dirigida por el propio Piatti y al final del primer tiempo una nueva contra que tras una primera parada de Sergio Rico a remate de Baptistão acabó en los dominios de Víctor Sánchez, que ajustó al palo desde la frontal.
El problema para los visitantes fueron sus apuros y sus errores defensivos, ocultos durante la pretemporada, pero manifiestos ayer sobre el césped del Pizjuán. Roberto se lució en los primeros minutos para atajar una reacción del Sevilla que no tardó en llegar. Sarabia puso la primera igualada tras cabecear solo dentro del área forzado un balón al área de Mariano, Vietto dio la vuelta al marcador tras escaparse de Piatti para cabecear solo desde el primer palo y aprovechó en el añadido del primer tiempo un balón que Diop dejó muerto en el corazón del área. Tres errores que se sumaron a la facilidad que se encontró Franco Vázquez ya en el segundo tiempo para sacarse una buena rosca desde la frontal.
Demasiados regalos para un Sevilla que demostró tener gol y que acabó de dejarlo claro en un segundo tiempo nefasto para el Espanyol. Ben Yedder puso el quinto en un balón al hueco de Sarabia y Kiyotake, el sexto aprovechando un balón a la banda de Franco Vázquez cuando Quique había decidido que Víctor Sánchez jugase de lateral izquierdo. Gerard sólo pudo maquillar el marcador.
LA PEOR HERENCIA La zaga, segura en la pretemporada, volvió a mostrarse tan débil como la pasada campaña