Días en blanco y negro
La pintura se alimenta de la fotografía en la muestra de arte joven Art<35
La galería Eude dedica a la fotógrafa Pilar Aymerich una exposición en la que presenta una selección de su obra centrada en imágenes tomadas en Barcelona en los años de la transición.
Una de las exposiciones interesantes que abrieron antes del verano y han regresado en septiembre es la que la galería Eude dedica a Pilar Aymerich. La selección se centra en fotografías realizadas en Barcelona y en los años de la transición, aunque incluye retratos como los de Ovidi Montllor, realizados a principios de los años 70, antes de la muy lenta muerte del dictador Franco y de la muy rápida –por atentado– de su previsto sucesor, Carrero Blanco.
Una parte importante de la obra de Aymerich tiene por objetivo documentar fotográficamente las aspiraciones de cambio social, cultural y político que se dieron en Catalunya a mediados de aquella década. El punto de vista de Aymerich es muy cercano, pues la fotógrafa formaba parte de aquellos movimientos que reivindicaban la democracia, la libertad y la igualdad, especialmente en las relaciones entre géneros y también entre naciones. Lo cual puede ser fácilmente tildado de feminismo, catalanismo y hasta nacionalismo, aunque en realidad es otra cosa, relacionada con la dignidad humana antes que con cualquier etiqueta ideológica.
La selección de Eude presenta por una parte instantáneas de manifestaciones en la calle, bajo la amenaza de la policía franquista, o de reuniones en interiores. En estos casos importa más el documento histórico y social que la composición fotográfica, aunque en algunas instantáneas la fotógrafa logra ambos objetivos, por ejemplo en la titulada Manifestació convocada per l’Assemblea de Catalunya, Cinc d’Oros, Pg. Gràcia-Diagonal, Barcelona, 1976.
Y buena parte de la muestra la componen retratos de personas, casi todas ellas relacionadas con la cultura y la política catalana: amigas escritoras como Montserrat Roig y Maria Aurèlia Capmany, también Mercè Rodoreda, o la actriz Rosa Novell. Y amigos del mundo del teatro, o como el músico y actor Ovidi Montllor, que muestra en diversos retratos distintas posibilidades de su personalidad. Se exponen también algunos retratos de artistas plásticos, como Joan Ponç. A veces, como hacía Arnold Newman, Aymerich retrata la personalidad de una figura a través de su contexto profesional o cotidiano. Así sucede en un retrato de Joan Brossa de 1975, donde llama la atención el decorado doméstico, propio de un papirófilo o papelmaniaco. Es su célebre estudio de poeta caótico, informalmente alfombrado por diarios añejos, amarillentos y marrones: una especie de archivo pisoteable y polvoriento. Brossa se acompañaba además de un abanico y un cartel de Fregoli, elementos de juego, teatro y magia. Galería Eude. Consell de Cent, 278. Hasta el 17 de septiembre.
Art < 35. Inaugurando el primer día de septiembre, la galería Trama y la sala Parés han querido dejar claro su mensaje: están al pie del cañón en esa actividad que es difundir y vender el arte actual. Que no debiera ser una lucha, ni menos una lucha desigual, pero lo es, pues las leyes españolas son anticulturales y desactivan el posible mecenazgo. La exposición anual Art < 35 cuenta con la colaboración de la Facultat de Belles Arts de la Universitat de Barcelona y con el apoyo financiero del Banc Sabadell. El certamen sirve para dar a conocer a artistas menores de 35 años que trabajan en pintura y fotografía. En esta edición la fotografía ha desaparecido, o más bien ha sido devorada por la pintura, pues se exponen pinturas que reproducen fotografías (Ana Císcar), y en cambio la fotografía más llamativa aparece recortada y destruida.
Entre los diez seleccionados encontramos ejemplos de las diversas tendencias más usuales en el arte llamado emergente, desde la instalación post-Rauschenberg hasta la pintura en la onda pop surrealism estadounidense (José Salguero). Llaman la atención, por su autenticidad sin condicionamientos estéticos y la sutileza de su concepción y su reflexión, las acuarelas como residuos de flores que expone Tura Sanz Sanglas (Ordis, Girona, 1992). Sala Parés y Galería Trama. Petritxol, 5. Hasta el 23 de septiembre.