La Vanguardia

No habrá emoji de porrón

- Quim Monzó

En Granollers la Fiesta Mayor se celebra durante la semana del último viernes de agosto. La llaman la Festa Major de Blancs i Blaus a partir de una tradición que afirma que, a finales del siglo XIX, dos ladrillero­s compitiero­n a ver a quién era capaz de hacer más baldosas en una hora. La apuesta gustó tanto que a partir de aquel hecho se crearon dos grupos: el de los Blancs y el de los Blaus, correspond­iendo cada uno de ellos a uno de los ladrillero­s. Esa división de la ciudad en dos bandos hace que ambos luchen por mostrar quién anima más la Fiesta.

Como no todo va a ser siglo XIX, este año los Blaus han propuesto conseguir que WhatsApp cree un emoji del porrón. Como hoy día nada existe si no tiene su hashtag, han creado uno: #PorróEmoji. Dicen que igual que hay emojis de la botella o de la lata de refresco, el porrón también debería tener uno. En un comunicado, remarcan que “con su ir pasando de mano en mano de forma sencilla y convencida, sin discrimina­ciones, el porrón nos recuerda las cosas importante­s de la vida”. Como no se llega nunca a la meta sin dar el primer paso,

Un grupo de granollere­nses se ha propuesto que WhatsApp cree un emoji de porrón

han iniciado en Change.org una petición dirigida a Jan Koum, el director ejecutivo de WhatsApp. Le piden que incluya este utensilio en la aplicación.

Es evidente que la iniciativa granollere­nse bebe de la que hará cosa de dos años emprendier­on un grupo de valenciano­s para conseguir que Unicode, el organismo que gestiona lo de los emojis, aceptara incluir el de la paella. Fue una campaña muy trabajada, en la que Eugeni Alemany tuvo un papel principal y viajó a California para visitar la sede de Unicode. Le dijeron que, si querían que crearan el emoji de la paella, tenían que montar un buen alboroto en las redes sociales. Y lo montaron. Durante meses y meses la reivindica­ción de la paella fue constante. Finalmente lo consiguier­on.

Con toda sinceridad no veo que los defensores de la propuesta del porrón, granollere­nses o no, sean capaces de crear un revuelo similar. Sobre todo porque el porrón era de uso cotidiano antes, en las comidas populares. Como no había vasos para todo el mundo, el porrón permitía prescindir de ellos: todos bebían a chorro y problema resuelto. Pero ahora la situación ha cambiado. Yo bebo en porrón, sobre todo clara: cerveza con gaseosa o limonada, eso que hace un siglo se llamaba barrejat. Aprendí a usarlo porque, de niño, mi padre me entrenó con un porrón con agua. Pero ahora poca gente joven sabe hacerlo y los que lo intentan enseguida ponen los labios en el pitorro delgado para que el vino no les chorree por la camisa. Hace unos años, los días que iba a desayunar al bar Chiqui de la calle Vilamarí veía como un cincuentón con sombrero y cara de amargado mamaba siempre del pitorro del porrón. Quizá por eso ahora no voy tan a menudo, a pesar de que tienen unas tapas y unos bocadillos de primera. Cuando pienso en ir la imagen repugnante de aquel hombre me viene inmediatam­ente a la cabeza y lo dejo para otro día.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain