Genio y figura
Casa Jordi muestra la tradición de la cocina catalana
La cocina y, por ende, la gastronomía están tan en boga que se han convertido en tema habitual de conversación. En la vorágine mediática en la que se halla, el tema es básico en revistas, artículos, programas de radio y de televisión.
Las estrellas de la guía roja son emblemas que los establecimientos exhiben para su propia promoción, algo que antes tenían especialmente prohibido.
Esas circunstancias han llevado a muchos cocineros, particularmente a los más jóvenes, a desarrollar su oficio con la idea de priorizar en su trabajo la innovación y la sorpresa.
Muchos de ellos han olvidado o no han accedido a las bases culturales e instrumentales de la cocina tradicional y autóctona sin tener en cuenta que sin esa base es difícil llegar lejos.
Hoy no es fácil encontrar restaurantes que respeten con seriedad los principios de nuestra cocina tradicional. No es fácil encontrar cartas que ofrezcan un buen fricandó, un auténtico suquet de rape o una sepia con albóndigas de excelente calidad.
Por ello, 5 a Taula quiere traer a estas páginas este restaurante, bastión del recetario catalán.
En esta casa, desde 1968, se respetan con toda honestidad las preparaciones que constituyen los cimientos de nuestra cocina tradicional.
Cuando en 1984 el entonces chef de la casa Ramón Roma, hoy ya jubilado y copropietario del negocio, adquirió el restaurante, ya se elaboraban en esta cocina las recetas que hoy siguen totalmente vigentes.
Hoy es Francisco García quien, tras más de veinte años, dirige los fogones, apoyado por Anna Maench.
Y Lluís Cortinas, director de sala y sumiller, junto con Juan Antonio Moral atienden en la sala con la eficacia con que lo hacían, también, en el añorado Reno.
Da gusto disfrutar de una buena mesa tradicional en este restaurante que, genio y figura, se erige en paladín de nuestra cocina clásica desde hace casi cincuenta años.