‘Tarde para la ira’, el thriller de Raúl Arévalo a la conquista de Venecia
Está en la sección Horizonte del festival: sección paralela que, a veces, queda tan lejos como el mismo horizonte que se contempla –maravillosas puestas del sol venecianas– desde la sala de prensa. Y sin embargo su eco ha llegado: el thriller costumbrista que es Tarde para la ira, de Raúl Arévalo, ha conquistado Venecia, la está conquistando. Para el Hollywood reporter es un propuesta de “suspense y veracidad. Un thriller de venganzas perturbador e intenso”. Mientras que para Screen: “La vengativa Tarde para la ira progresa desde sus inicios descarnados y naturalistas para convertirse en un thriller sereno y refinado”.
Tarde para la ira es todo eso, es cierto. Pero sobre todo es una labor de tenacidad y amor. “Siempre soñé con dirigir, incluso antes que actuar”, decía ayer Raúl Arévalo, el director del filme cuya cara, como actor, es una de las habituales del nuevo cine español. “Mi escuela han sido los doce últimos años, trabajando con los grandes directores del cine español”, dijo el actor metido a director, que recordó, al respecto, una frase de Fernando Fernán-Gómez: “Todos se preguntan por qué un actor se mete a director, y nadie se sorprende cuando alguien que no sabe actuar hace lo mismo”.
Estamos ante una thriller, pasado por los recuerdos del la infancia y la juventud del actor, ahora director. “Toda mi vida esta ahí, mi casa, en el bar de mi padre, en la calle jugando con los amigos, todo eso está metido ahí. Es muy local. Porque estoy convencido de que lo más cercano a nosotros puede ser los más general”. Es el thriller costumbrista, pues. Una historia de venganza, con Antonio de la Torre “en el papel de mi vida”, dijo el actor, emocionado de estar ahí, junto a su amigo. Como amigo es Luis Callejo, el otro miembro del equipo del filme presente en el festival. /