LEO EN EL AVISPERO

Las dos finales del Mundial de Tango –Pista y Escenario– tuvieron lugar el martes y miércoles pasado en el Luna Park y dejaron dos parejas de campeones mundiales. En este mítico recinto pugilístico y musical fue donde Maradona celebró en 1989 la fastuosa fiesta de su boda con Claudia Villafañe. Diego logró una Copa de la UEFA y dos ligas italianas con el Nápoles, y una Copa del Rey con el Barça, pero, como ganó un mundial con la selección, para varias generaciones de argentinos es muchísimo mejor que Messi. Y, por supuesto, no tiene la personalidad del Pelusa, ni su incontinencia verbal. El Diez trasnochado no esperó a que el Diez del presente pisara Argentina para reabrir la veda. “No sé si lo de Messi fue un poco un montaje para hacernos olvidar que perdieron tres finales”, dijo. Durante la última Copa América, Maradona, que fracasó como técnico albiceleste, ya se calzó los guantes contra Leo y encabezó la presión a los seleccionados. En un acto con Pelé se oyó decirle al brasileño que la Pulga no tiene “personalidad”. Y antes de la final declaró: “Si no ganan, que no vuelvan”. Sorprendentemente, tras la renuncia de Messi, el exfutbolista pidió a Leo que se quedara y añadió que quería “luchar” junto a él contra todos los dirigentes que “lo dejaron solo”. La federación argentina está descabezada y en bancarrota. El campeonato local empezó el fin de semana pasado y hasta unos días antes se ponía en duda si eso sucedería. La permanencia de la Pulga en la selección también tiene un trasfondo económico: el caché de los amistosos no es el mismo sin su presencia. Leo ha vuelto al avispero.