La sorpresa rusa de Pirelli
LA ‘INVITADA’ Y SORPRESA DEL CALENDARIO PIRELLI 2017 –LA ÚNICA QUE NO ES ACTRIZ– ES RUSA, TIENE 29 AÑOS, DA CLASES EN UNA UNIVERSIDAD DE MOSCÚ Y ES AUTORA O COAUTORA DE CINCO LIBROS DE CORTE ACADÉMICO
Hija de grandes empresarios afines a Putin, también ha hecho incursión en el mundo de los negocios
Ella no es una estrella de cine, pero desde que Pirelli anunció que su imagen formará parte de su prestigioso calendario en Rusia ha brillado más que las 14 actrices (siete oscarizadas) con las que compartirá retratos. Se llama Anastasía Ignátova, y hasta ahora su nombre dejaba casi indiferente al público, tanto al grande como al pequeño.
A quien sí llamó la atención fue al fotógrafo alemán Peter Lindbergh, que al parecer la conoció el año pasado y decidió colocarla delante de su objetivo. No es la primera rusa que ilustra los famosos calendarios. En años anteriores, también salieron en sus páginas varias modelos de este país. Por ejemplo, Sasha Luss colaboró con Pirelli en el 2015; Natasha Poly, en el 2011; Sasha Pivovárova, en el 2008; Evguenia Volódina y Valentina Zelyáeva, en el 2005. La más popular de todas ellas ha sido Natalia Vodiánova, que fue invitada en cuatro ocasiones.
Tampoco es la primera mujer que llega a la famosa publicación como invitada, según la ha calificado esta semana la compañía italiana de neumáticos al anunciar el calendario del 2017. El año pasado, por ejemplo, entraron en esa categoría la tenista Serena Williams y Yoko Ono, a sus 82 años.
Como modelo, Ignátova no desmerece mucho a sus famosas compañeras. Pero su corta biografía conocida añade que da clases en una de las más prestigiosas universidades de Moscú, lo que ha atraído más atención sobre esta joven rubia de 29 años y ojos azules.
Sin embargo, hay una cosa que parece diferenciar a la nueva estrella de las actrices que ha retratado Lindbergh: Kate Winslet, Penélope Cruz, Nicole Kidman, Helen Mirren, Uma Thurman, Robin Wright, Lupita Nyong’o, Alicia Vikander, Julianne Moore, Rooney Mara, Jessica Chastain, Charlotte Rampling, Zhang Ziyi y Léa Sey- doux. Y es que, salvo el del fotógrafo alemán, de momento rechaza ponerse delante de otros focos. En la cátedra en la que trabaja como docente tiran balones fuera cuando los periodistas llamamos para interesarnos por su currículum, y en el gabinete de prensa de la universidad aseguran que ni la institución ni la propia interesada quieren hablar con la prensa, que es un “asunto personal”.
Anastasía Ignátova se licenció en el Instituto de Relaciones Internacionales Estatal de Moscú (MGIMO, en sus siglas en ruso) en el 2009, y su título acredita dominio de inglés y especialidad en “relaciones públicas en la esfera de los negocios”, según se anota en su página personal de la universidad.
En el 2013 finalizó su doctorado en la cátedra de Teoría Política de la misma institución, y ese año comenzó a dar clases en el mismo departamento.
En esa página web figura Anastasía Ignátova como autora o coautora de cinco publicaciones. Una de ellas, titulada Política estatal en el campo de las altas tecnologías y publicada en el 2012, está escrita junto a la titular de la cátedra, Tatiana Alekséeva, y bajo la supervisión de S.V. Chémezov. Se trataría de Serguéi Víktorovich Chémezov, director general de la empresa Rostec (corporación estatal dedicada a la fabricación y exportación de productos industriales de alto contenido tecnológico, para uso civil y mili- tar), así como catedrático en la misma universidad. También forma parte de la dirección de Rusia Unida, el partido del presidente ruso, Vladímir Putin.
La esposa de Chémezov se llama Yekaterina Ignátova, una exitosa mujer de negocios dedicada a la actividad bancaria. Según la revista Forbes, Yekaterina Ignátova es la segunda mujer de Chémezov, y antes trabajó con él en la Administración Presidencial y en Rosoboronexport, la agencia estatal rusa para la exportación e importación de todo lo relacionado con Defensa.
Finalmente, la prensa local indica que Anastasía Ignátova es hijastra de Chémezov.
Según Védomosti, prestigioso rotativo económico de la capital rusa, durante sus estudios de doctorado Anastasía Ignátova también probó el mundo de los negocios. En el 2011 se hizo socia del oligarca ruso Mijaíl Prójorov con la intención de crear un hospital privado. El proyecto no fructificó. Además de profesora universitaria, Pirelli también ha presentado a su modelo rusa como “empresaria en la esfera de la medicina”.
Cómo ha llegado a convertirse Anastasía Ignátova en la sorpresa de Pirelli para su calendario es algo que, de momento, hay que atribuir a la decisión de la empresa italiana o a Lindbergh, que la fotografió en Le Touquet, al norte de París, uno de los lugares, junto a Londres, Berlín, Nueva York o Los Ángeles, escenarios del calendario.
Señala Védomosti que Pirelli y Rostec comparten intereses en Rusia. Ambas son dueñas de Pirelli Tyre Russia, una empresa a la que pertenecen dos fábricas de neumáticos en las provincias de Vorónezh y Kírov. La inversión de Pirelli en Rusia supera los 400 millones de euros.