La leyenda del trial
Toni Bou mantiene la pasión competitiva después de 20 títulos mundiales
Sin el reconocimiento de otras modalidades, Toni Bou sumó el pasado fin de semana su vigésimo mundial a lomos de una motocicleta de trial, todos consecutivos, un récord que convierte al piloto de Piera en una leyenda de las dos ruedas.
Trepa por las inacabables escaleras del edificio del Grupo Godó con una naturalidad asombrosa. No son obstáculo para Toni Bou, el funambulista eterno, dominador absoluto del trial en la última década. El pasado fin de semana se adjudicó en Italia su vigésimo campeonato del mundo, todos consecutivos, con la autoridad de un deportista único. “Antes de abandonar la práctica del trial quiero volver a ser campeón del mundo. ¿Cuándo piensas retirarte?”, bromeó el japonés Takahisha Fujinami, compañero en el equipo Repsol Honda y campeón del mundo en el 2004.
La respuesta está en el aire. El piloto de Piera, a punto de cumplir 30 años, tiene dos temporadas más de contrato y no piensa más allá. Sigue buscando, y encontrando, motivos para competir. “Es la parte más difícil para un deportista, pero me concentro y me esfuerzo día a día para ser mejor piloto y dar el cien por cien”. El afán de superación, dice, es lo que marca la diferencia. Y el perfeccionismo. Sigue entrenando en bicicleta y fijándose en la técnica de los pilotos de bici trial, su disciplina inicial, para aplicarla a la moto.
Otras especialidades habrían convertido a Bou en un ídolo de masas, una leyenda del deporte, pero el trial, que tuvo sus años dorados hasta que la normativa ambiental limitó el acceso de las motos al medio natural (el piloto recuerda con admiración los viajes a los Seis Días de Escocia de aficionados de su pueblo, Piera, con las motos cargadas en una furgoneta) persiste como especialidad minoritaria. “Tenemos que fijarnos en el freestyle que atrae a la gente joven, tenemos que ser más agresivos para acercarnos más al público. Espero que la futura reglamentación haga del trial un deporte más atractivo”. De todas maneras, Bou se siente valorado en los últimos años. Con sus 20 títulos mundiales, una gesta única, no ha obtenido el predicamento de mitos como Giacomo Agostini (15) o Valentino Rossi (9), pero en lo suyo es el mejor de la historia. No existe mejor equilibrista sobre una moto, un maestro a la hora de tensar los nervios y focalizar la concentración en una zona, siempre con la misma rutina: “Antes de entrar siempre pongo la cuarta velocidad y grito a mi mochilero ‘¿Vale, Joan?’ Y él me responde: ‘¡Vale!’. Eso me ayuda a desconectar de lo demás y centrarme en el trabajo”.
“Tú me retirarás a mí e Iniesta nos retirará a los dos”, le profetizó Pep Guardiola a un joven Xavi Hernández. De la misma manera, Toni Bou augura que su sucesor está en su equipo: Jaime Busto, piloto vasco de 19 años. “Tiene una pureza y una agresividad que me gustan mucho”, argumenta. Aunque el rey todavía no piensa en abdicar. En casa es un desordenado, confiesa, pero sobre dos ruedas es la perfección.
ANTONI LÓPEZ TOVAR EL FUTURO DEL TRIAL “Tenemos que ser más agresivos para acercarnos al público y que el trial sea más atractivo”