Vacaciones en penumbra
Los clientes de los hoteles de Lloret de Mar afectados por los cortes de luz aseguran sentirse “engañados y estafados”
Virginia y Nacho, una joven pareja zaragozana, abandonan a toda prisa el hotel de Lloret de Mar donde iban a pasar unos días de descanso. “¡Estamos de vacaciones! No vamos a estar pendientes de sí tenemos o no luz, así que nos marchamos a otro hotel”, explicaban mientras cargaban sus trolleys y bajaban renqueantes la larga escalinata que conecta la calle con el hall del hotel de cuatro estrellas Marina Sand, el último de los cuatro establecimientos del municipio a los que Endesa ha cortado la luz por conectarse de forma fraudulenta a su red.
Fue ayer, cuando pasaban pocos minutos de las diez de la mañana y muchos de sus clientes estaban desayunando, cuando la compañía procedió al corte. “Al regresar a la habitación ya no teníamos luz ni aire acondicionado…”, afirmaban Adela y Ángel, un matrimonio de Gijón, que tiraban de humor para afrontar la situación. “Somos los pupas de los viajes, siempre nos pasa algo”, aseguraban. “En el hotel nos han dicho que lo están arreglando, así que esperaremos un poco antes de decidir si nos marchamos o no”, explicaba la pareja que iba a pasar semana en este municipio de la Costa Brava.
Lo que no sabían la mayoría de las 700 personas que se alojaban en este hotel son las razones por las que se habían quedado sin luz. Muchos, informados por trabajadores, hablaban de “avería” o “fallo eléctrico”. La uruguaya Adriana Freire, que pasaba unos días de vacaciones con sus nietos, a los que no veía desde hacía un año, mostraba su enojo cuando se enteraba por la prensa de los motivos de falta de luz. Fuentes de Endesa aseguraron ayer que el hotel tenía una deuda acumulada de 35.000 euros por lo que procedieron a cortarles el suministro el pasado 14 de diciembre. Desde entonces el establecimiento se habría conectado de forma ilegal a un centro de transformación que la compañía tiene en la vía pública, un empalme que no había levantado sospechas porque muy probablemente habría sido realizado por algún profesional del sector.
Me siento estafada, engañada me han faltado al respeto”, afirmaba muy enojada Freire, que estaba pensando en denunciar a los responsables del hotel por los perjuicios ocasionados. El lunes llegó al hotel Mediterranean Sand, otro de los establecimientos salpicado por el presunto fraude. “Fue llegar y marchar porque también nos cortaron la luz, y hoy esto… El lugar es lindo pero me iré con muy mal sabor de boca”, decía . La suya, como la de otros muchos clientes es una historia reincidente. En el Marina Sand, con una ocupación superior al 98%, se alojaban muchos clientes que ya habían tenido que ser realojados de otros dos hoteles del grupo a los que también se había cortado el suministro.
El fraude se destapó el jueves a raíz de un incendio en la azotea del hotel Sun Village que obligó a desalojar a 238 personas, entre clientes y personal. El punto de ignición fue un generador de gasóleo que no pudo soportar la sobrecarga de actividad y se incendió. Ocurrió después de que la conexión ilegal a la red de Endesa fallara. El incendio no provocó daños estructurales ni personales, pero destapó una situación que ha salpicado a los cuatro hoteles, que son del mismo propietario.
Técnicos de Endesa descubrieron un día después del incendio que el hotel al que le habían cortado la luz hacía más de un año tenía una deuda de 150.000 euros y además robaba su electricidad. En días posteriores inspeccionaron los otros tres locales que el mismo grupo hotelero tiene en el municipio. Según la compañía, en los cuatro casos, el modus operandi para obtener energía eléctrica era el mismo, por lo que procedieron a quitarles la luz y a denunciarlos. La deuda que acumulan los cuatro hoteles es de 200.000 euros, según la compañía.
Fuentes del hotel aseguraron que su intención es pagar y llegar a un acuerdo cuanto antes con Endesa por el bien de los clientes y el personal. Dos de los cuatro equipamientos denunciados, el Savoy y el Marina Sand, siguen funcionando provisionalmente gracias a generadores. Los otros dos están cerrados a la espera de que sus responsables acrediten tener un contrato de suministro y una fuente alternativa de energía en caso de un corte de luz.
Aunque tanto los hoteleros de Lloret como el Ayuntamiento se esfuerzan en pedir que no se criminalice a todo el sector por “la mala praxis” de un grupo empresarial, la imagen que se llevan muchos turistas de regreso a casa no puede ser peor. “Es la primera y última vez que venimos”, explicaban ayer Dani Luqueros y Mònica Farnós, de Rasquera. El Ayuntamiento reconoce el “daño” que esta situación provoca a la marca turística del municipio, a la ciudad y, por extensión a la imagen de Catalunya, y criticó la actitud de Endesa pese a reconocer que “su proceder esté amparado por la legalidad”. El Consistorio no descarta tomar medidas legales contra las empresas que perjudican la marca Lloret. Mientras el tema no se soluciona, numerosos turistas seguían llegando ayer a estos hoteles. El siempre molesto ruido de un generador y un hall medio en la penumbra les daban la bienvenida a sus vacaciones.
Según Endesa, los cuatro hoteles que se habían conectado de forma ilegal a su red acumulan una deuda de 200.000 euros