La delegación española aspira a igualar Londres’12
Con 127 deportistas (111 con discapacidad y 16 guías) –31 menos que hace cuatro años–, la delegación española que participa en los Juegos de Río tiene el reto de “luchar por un número similar al que se conseguió en Londres”, es decir, 42 medallas, según apuntó el presidente del Comité Paralímpico Español (CPE), Miguel Carballeda. “Pero es difícil porque en otros países la administración ha apostado fuerte por el deporte paralímpico”, puntualizaba el presidente desde hace 13 años, sin ladear la realidad: las dificultades para lograr ayudas públicas y privadas a raíz de la crisis económica desde el 2008 ha ido en contra de la cada vez mayor profesionalización del deporte paralímpico.
Un periodo en el cual, significativamente, España ha ido perdiendo peso: de ser la 4.ª potencia olímpica (en Sydney’00) a caer al pelotón (17.º del ranking en Londres’12), en un progresivo descenso en las tres últimas citas.
Los deportistas españoles –con una evidente desigualdad de géciplinas nero, 83 hombres y 28 mujeres– participarán en 15 de las 22 disciplinas. Las más numerosas son atletismo y natación, con 21 deportistas cada una. Entre ellos estará la infatigable nadadora Teresa Perales, la española más laureada en los Juegos Paralímpicos con 22 metales, y que aspira a sumar seis más “e igualar a Phelps”, dice animada la zaragozana de 40 años. O el palista sevillano Álvaro Valera, el tenista Dani Caverzaschi, la judoca Mónica Merenciano, el atleta de Reus Gerard Descàrrega y el nadador de Parets Miguel Luque, algunas de las principales bazas para engrosar el medallero. Las otras dis- con presencia española serán baloncesto en silla de ruedas (12), ciclismo y tenis de mesa (9), vela (6), boccia, judo, tenis en silla de ruedas y triatlón (4), tiro con arco (3), tiro olímpico, halterofilia
y piragüismo (1). Una delegación española que finalmente será vestida por la firma de ropa deportiva valenciana Luanvi, después de que la manchega Joma –que suministró gratuitamente a los olímpicos en agosto– quisiera cobrar parte de las equipaciones, un hecho poco habitual. “No se llegó a un acuerdo económico porque nos pedían que pagásemos una parte de la equipación, algo más del 50%”, dijo el CPE. Así, por primera vez en 20 años, desde Atlanta’96, los deportistas olímpicos y paralímpicos españoles no vestirán igual.