El Rey pide en la ONU generosidad con los refugiados
Felipe VI también insta a los acogidos a respetar los valores de los países a los que llegan
El Rey reanudó ayer su agenda internacional, congelada por la interinidad del Gobierno central, con una intervención en la ONU en la que pidió generosidad en la acogida de refugiados.
No es la primera vez que el Rey habla del problema de los refugiados, pero sí la primera ocasión en la que lo hace ante el foro internacional por excelencia: las Naciones Unidas. Felipe VI lanzó ayer un doble mensaje resumido en recibir con “generosidad” a los refugiados y, al tiempo, instarles al respeto a los valores de los países de acogida, y lo hizo en el marco de una reunión de alto nivel convocada por la ONU coincidiendo con la apertura de sesiones que se celebra cada año de la Asamblea General.
En su tercera visita, desde su proclamación, el Rey participó en un encuentro de mandatarios para acordar una declaración conjunta sobre la crisis internacional de los refugiados. Ante más de una veintena de jefes de Estado y de Gobierno, mayoritariamente de países directamente afectados, como los del este de Europa y Oriente Medio, Felipe VI recordó que es precisamente en Europa donde en estos momentos se focaliza un problema que, en todo el mundo, afecta a casi 65 millones de personas desplazadas de sus países por conflictos, terrorismo o persecución.
“Nuestra responsabilidad”, aseguró el Rey, “es acogerles, en la medida de nuestras capacidades, para que puedan llevar una vida digna”. También recordó que la comunidad internacional no solo tiene el deber moral de dar refugio, sino la obligación de establecer las condiciones para que quienes han tenido que dejar sus casas, puedan ejercer el derecho a “regresar a su tierra”. Para lograr ese objetivo, según Felipe VI, es preciso lograr “el fin de los conflictos, la derrota del terrorismo y el establecimiento de sociedades que respeten los derechos fundamentales”.
El Rey ratificó el compromiso de España para llevar adelante la declaración sobre refugiados y migrantes que avala la ONU y recordó la experiencia de nuestro país en la gestión de grandes movimientos de personas con una política basada en la protección de las personas y, al mismo tiempo, el esfuerzo de cooperación con los países emisores de migrantes. También recordó que “los españoles aspiran a que su país sea un actor relevante en una cuestión de enorme contenido ético y humanitario”. Al tiempo que apelaba a responder con “generosidad, determinación y perseverancia”, a la exigencia de una respuesta al drama de los refugiados, el Rey también recordó que las actuales sociedades tienen que hacer frente a una realidad nacida de la diversidad étnica, cultural y religiosa y, en este punto, señaló que este “hecho insoslayable” tiene que ser “compatible con el respeto a los valores que deben ser observados en los países de acogida”.
“Gestionados correctamente”,
El jefe del Estado afirma que España aspira a tener un papel relevante en el drama humanitario
concluyó Felipe VI, “los flujos migratorios tienen un impacto positivo en las sociedades receptoras”.
Antes de intervenir en la reunión, el jefe del Estado asistió al plenario de la asamblea general, donde mantuvo varios encuentros con representantes de la UE, como Donald Tusk –presidente del Consejo Europeo– y Federica Mogherini –responsable de la política exterior comunitaria–, y con el ex primer ministro de Portugal Antonio Guterres, cuya candidatura a relevar al actual secretario general de la ONU, Ban Ki Mun, apoya España.