China condena a 12 años de cárcel al abogado de Ai Weiwei
Un tribunal pekinés declara culpable a Xia Lin de defraudar 580.000 euros
China volvió a demostrar ayer su firmeza frente a los defensores de los derechos humanos. Un tribunal de Pekín condenó a doce años de cárcel por fraude al abogado Xia Lin, conocido por representar a la compañía del artista disidente Ai Weiwei, así como a otros activistas. Esta dura sentencia se suma a la larga lista de casos de abogados y activistas que han sido detenidos y condenados en el marco de una campaña contra este colectivo que Pekín desencadenó en verano del 2015.
El tribunal intermedio número dos de Pekín sentenció a Xia Lin, de 46 años, a una pena de cárcel de 12 años tras considerarlo culpable de haber defraudado a cuatro personas 4,8 millones de yuanes (580.000 euros) para saldar una deuda de juego. Un veredicto considerado especialmente severo por su abogado, Ding Xikui, quien precisó que eran préstamos privados, que se estaban devolviendo y que no había evidencia de que fuera una deuda de juego. Una serie de razones que llevaron al letrado a señalar que recurrirán la sentencia.
Con esta condena, Xia Lin, que fue detenido por la policía en noviembre del 2014, se convierte en el último que pasa a engrosar la lista de abogados y activistas en favor de los derechos humanos condenados en el marco de una campaña contra este sector impulsada por el presidente chino, Xi Jinping, en el 2015. Una iniciativa que, bajo la excusa de preservar la seguridad y la estabilidad del país, ha permitido a Pekín acentuar las medidas de control sobre la sociedad civil y detener a centenares de personas, algunas de las cuales han recibido severas sentencias. Ayer, al escuchar el veredicto, Xia Lin denunció que se trataba de una venganza política, por su apoyó a las manifestaciones prodemocráticas de Hong Kong del 2014, así como por haberse involucrado en la defensa de casos “políticamente delicados”, señaló Ding a la prensa. Y es que Xia, a pesar de mantener un perfil muy técnico y profesional, se implicó en asuntos considerados embarazosos para Pekín.
Además de representar a Ai Weiwei, que fue detenido durante tres meses en el 2011, Xia también defendió a Pu Zhiqiang, otro abogado pro derechos humanos condenado a una pena de tres años de cárcel suspendida, y a una camarera que mató a un alto cargo de la provincia de Hubei en defensa propia cuando era atacada sexualmente. Y en el 2014 asumió, asimismo, la defensa de su amigo Guo Yushan, quien había ayudado al activista ciego Chen Gungcheng en su rocambolesca fuga a la embajada de Estados Unidos en Pekín, en el 2012.
Para Maya Wang, de Human Rights Watch, el fallo “es un serio aviso a la comunidad de abogados que defienden los derechos humanos y están sometidos a una dura represión desde hace un año por parte del Gobierno que preside Xi Jinping”.
Pekín minimizó estas críticas, por considerar que proceden “de personas que no representan a la comunidad internacional”, dijo el portavoz de Exteriores, Lu Kang, quien precisó que la justicia china “trata este tipo de asuntos conforme a la ley”.
Xia había destacado por su participación en la defensa de casos políticamente delicados para Pekín