La casa del (falso) millón de euros
En Zarautz ganan los pósters del circo Italiano que, con el Hombre Bala como cabeza de cartel, tienen diversas funciones este fin de semana. Ni la cara de Urkullu, ni la de Otegi, ni la de Pili Zabala. Nada. En cada esquina el anuncio del circo que, como sabemos, alegraba siempre el corazón. Se empieza a notar cuando entras al pueblo por la N-364. Nos desvían por una rotonda donde llegas al barrio de Talaimendi. A un kilómetro de Zarautz en un bar sirven unas tapas mientras está puesta ETB, la televisión pública que transmite Pelota Basca. Nadie la mira aunque forma parte del mobiliario del lugar. El camarero sobrepasa la edad de jubilación pero sirve el txakoli con un arte que no se puede aguantar. El lugar se llama Berazadi y es un tinglado familiar de hotel, albergue, bar y restaurante en el barrio de Talaimendi. Está en una zona elevada del pueblo coronando una curva cerrada con un mirador donde ves toda una playa de dos kilómetros y medio de largo. Las vistas te curan el estigmatismo de golpe.
–Perdone, ¿sabría decirme dónde está la casa de Pili Zabala?
Se lo pregunto al joven encargado de la casa rural. Aquí todos la conocen y más después de la controversia de las últimas semanas.
Ha habido una desmesurada polémica en Twitter por si una candidata de Podemos puede vivir en una casa de un millón de euros. Pues sí. Pili Zabala lo hace, y lo hace en una casa efectivamente apta para pocos públicos. La casa forma parte de un conglomerado de torres de tres plantas. Una vecina me señala cuál es. Lo certifico con una segunda opinión. La planta baja, encima del parking, es de obra vista y la dos superiores de yeso pintadas de oscuro con barandillas transparentes. La de más arriba es una buhardilla con una terraza de aquí te espero Baldomero. No me quiero imaginar las vistas que se disfrutan desde esa privilegiada altura, empezando por el Cantábrico en pleno. En la falda de la casa comparten tierra una plantación de pitus porum y una fila de olorosas lavandas. Pili Zabala es la hermana de Joxi, miembro de ETA asesinado por los GAL en 1983. Afirman que se hizo odontóloga de profesión cuando descubrió y vio los restos en cal viva de su hermano.
Pili no está en su casa este mediodía. Las persianas están bajadas y nadie contesta al timbre. En una vivienda cercana se celebra una boda servida por el catering de Karlos Arguiñano, vecino ilustre de la villa. Ser político no es fácil. Debes de enseñar lo que cobras, tu patrimonio, tus coches, tus cuentas, tu camisita y tu canesú y ahora, encima, tienes que explicar el currículum de accidentes. En el caso de la líder vasca de Podemos sufrió uno y le tuvieron que amputar dos falanges de los dedos de una mano. Con la indemnización se compró la casa. “Para mis hijos”, dice en un vídeo que grabó cuando tuvo que salir a defender su territorio.
Abandono la zona, bajo al centro de Zarautz y entro en el mercado. Me pongo en la cola de la Pescadería Itziar. Disimulo mirando el precio del rape (a 13,50 el kilo) o el salmón (a 15 euros). Saco el tema aprovechado que llevo el
Diario Vasco con una foto de Zabala en campaña. “Vaya con esta. Vaya casa tiene”, les provoco. Una de las mujeres de mediana edad está de acuerdo, que es una vergüenza, una indignidad y que los de Podemos deben ser los más ejemplares. Otra mujer más joven afirma que de ninguna manera. Que si se lo ha ganado, bien que hace. Hablo del millón de euros que dicen que vale la casa y me suelta: “¿Un millón de euros? Anda, que exagerada es la prensa”. La pescadera le da la bolsa con la compra y me pide que la acompañe un momento. Me lleva a una agencia inmobiliaria a cincuenta metros del mercado. Me señala el escaparate donde se muestra una treintena de pisos, casas y terrenos en venta en Zarautz. La inmobiliaria Goaz tiene a la venta una casa señorial casi palaciega. “Mira el precio”, me dice. 720.000 euros. “Si esta vale 720.000, la de Zabala no puede costar un millón”. Tiene razón. Confirma la comparación que hay que ver antes de hablar. Cierto que da igual si es un millón o medio, 700 o 400, el debate ya se ha instalado en Euskadi: ¿puede alguien de Podemos tener una casa a precio de “casta”? Y la respuesta es simple: sí, sí se puede.
¿Puede alguien de Podemos tener una casa a precio de “casta”? La respuesta es simple: sí se puede