Incongruencias
Barcelona se está convirtiendo en una farsa que ya nadie sabe a quién tiene que hacer caso. Por una parte se gastan el dinero en promocionar vehículos eléctricos y poco contaminantes. ¿Qué está haciendo el Ayuntamiento? Pues muy simple, pasar de todo lo que nos cuentan y no dejar circular ni a los que no contaminan ni a los que sí, ejerciendo un criterio discriminatorio para todos.
No se pueden cortar las calles al tránsito porque no todos los vehículos son iguales y hay muchos que han hecho un gran esfuerzo económico comprándose coches eléctricos para no contaminar y ahora resulta que no pueden circular porque el Ayuntamiento no sabe hacer las cosas y trata a los que trabajan imponiéndoles toda clase de multas y problemas para que puedan cumplir con sus obligaciones.
El día Sin Coches hay que hacerlo en un festivo, autorizando la circulación en todos los lugares de la ciudad a toda clase de vehículos no contaminantes con la excepción de las vías de salida de la ciudad. ¿Qué sentido tiene prohibir la circulación a los automóviles privados y dejar circular a los barcos en el puerto, a los aviones en el aeropuerto y a los grandes vehículos de transporte cuando todos ellos contaminan en un solo día lo que todos los automóviles en un año? JAUME FONT GONZÁLEZ Barcelona