Remake de remakes
Un remake totalmente innecesario, aunque al menos no se hunde en la ciénaga de la copia simplona y por ello tal vez sea un pequeño descubrimiento para las nuevas generaciones. Como saben quienes tienen una edad o conocen la historia cinematográfica, el productor y maestro del cine de acción –aunque sólo en sus últimos años algunos críticos reconocieran por fin su talento– John Sturges llevó al terreno hollywoodiense Los siete samuráis. Gran obra maestra filmada en 1954 por Akira Kurosawa, con Toshiro Mifune encabezando el reparto. En la versión de Sturges era sustituido por Yul Brynner como el pistolero que aquí acepta el encargo de enfrentarse a una banda que viene acosando brutalmente a los habitantes de una pequeña población. Steve McQueen, Charles Bronson, James Coburn, Robert Vaughn... secundaban a Brynner, y Eli Wallach recreaba al más malo de la función: el cabecilla de una banda de cuarenta forajidos.
En esta nueva adaptación el protagonista es Denzel Washington –habitual en las películas de Fuqua–, tan convincente como de costumbre, secundado por notables intérpretes y un redomado villano que interpreta Peter Sarsgaard. Con una filmografía irregular, en la que figuran títulos como El tirador, Objetivo: la Casa Blanca o Los amos de Brooklyn, Fuqua realiza un remake más que correcto. Respetando los códigos del western, introduce en la historia considerables dosis de violencia, especialmente en el dilatado final. / Ll. Bonet