La Vanguardia

Neymar por Messi

El brasileño jugará de 10 como el año pasado cuando faltó el argentino

- JOAN JOSEP PALLÀS Barcelona

Poca gente se puede acercar a Leo Messi cuando el argentino nota que su cuerpo le niega jugar al fútbol. No está para historias. Los años pasan y, aunque es infinitame­nte más sociable que cuando empezaba, sigue siendo un peligro cuando se rompe y le separan del balón. Sucedió el miércoles como todo el mundo sabe. En el minuto 57 luchó con Godín por un balón corriendo de espaldas a la portería del Atlético y como si ese movimiento contranatu­ra no fuera entendido por sus piernas el aductor del muslo derecho se le lesionó. Se acercó el central uruguayo del Atlético, capitán respetuoso con los códigos antiguos, para acariciarl­e la cabeza al enemigo. Vino después Andrés Iniesta, le susurró algo al oído a su amigo y le besó la cabellera. Antes Luis Enrique se había levantado del banquillo pidiéndole que se dejara sustituir cuando, ya con dolor, Messi le rogó un ratito extra para probarse. “¡Cambio, cambio!”, gritó el técnico. “Nada de riesgos”, añadió. El argentino se dejó caer, charló con el doctor Ricard Pruna, otro de los que puede dialogar con él sin problema en estas situacione­s, y se dirigió al banquillo, al lado de José Ramón de la Fuente, entrenador de porteros, sin rechistar. Tres semanas estará el Barça sin el mejor jugador del mundo.

Los servicios médicos conocían el riesgo. También el futbolista y el entrenador. Entre todos diseñaron un plan para minimizar las posibilida­des de una lesión desde que el jugador se fue con su selección a principios de septiembre con un informe médico bajo el brazo que advertía sobre las molestias del jugador en la zona inguinal izquierda, originadas en el partido de Liga contra el Athletic. Messi, de hecho, jugó contra Uruguay pero regresó a Barcelona saltándose el compromiso contra Venezuela, señal de que el Barça y la selección albicelest­e se entendían, aunque fuera por una vez. “Me duele mucho el pubis, es un tema jodido”, dijo al acabar contra Uruguay, el 2 de septiembre. El exagerado secretismo habitual en estos casos se difuminaba y Messi, con naturalida­d y comprensió­n prácticame­nte unánime se alineaba como suplente contra el Alavés el fin de semana siguiente en consonanci­a con el plan médico mencionado. El Barça perdió.

Aunque las molestias eran en el aductor izquierdo y la lesión muscular se ha producido ahora en el derecho, los médicos relacionan ambos casos a causa de una mala postura provocada involuntar­iamente por el jugador.

Pese a que cualquier baja de Messi es tomada con tremendism­o por el barcelonis­mo por razones obvias, lo cierto es que el Barça estadístic­amente ha respondido bien cuando ha faltado el argentino. En las últimas tres temporadas eso ha sucedido 22 veces, con 18 victorias como reacción. Muy fresca está la experienci­a del pasado curso, cuando una lesión en la rodilla apartó al número 1 durante dos meses y Neymar aceptó el reto de tirar del carro asumiendo galones y una responsabi­lidad táctica que centraba su situación en el campo para

EL PRECEDENTE Neymar marcó 10 goles en nueve partidos sin su compañero, mientras que Luis Suárez aportó ocho EL RETORNO El partido marcado en rojo es el Barça-City del 19 de octubre, una vez descartado el viaje con Argentina

aglutinar todo el juego de ataque celebrando la libertad de movimiento­s que normalment­e desempeña su compañero. Fueron nueve partidos con siete triunfos, un empate y una derrota y unos números que hablan de un rendimient­o sobresalie­nte: el brasileño se salió con diez goles, secundándo­le Luis Suárez con ocho.

Ese magnífico precedente coloca a Neymar, obligado en cierta manera a recuperar protagonis­mo futbolísti­co, como favorito para hacer de Messi durante estos tres partidos en los que faltará el argentino, los tres fuera del camp Nou: Sporting de Gijón mañana en El Molinón, Borussia Mönchengla­dbach el miércoles 28 y Celta el domingo 2 de octubre. Para apoyar a Neymar, que atacará por el centro entrando desde la izquierda, hay muchos candidatos para el flanco derecho, Arda Turan, Denis Suárez e incluso Rafinha. Otra opción sería prescindir de todos ellos y colocar a Paco Alcácer junto a Suárez en punta con Neymar de enganche por detrás, aunque no parece esa la primera opción del cuerpo técnico.

No habrá prisas en la recuperaci­ón de Messi. Los partidos decisivos están por llegar e incluso los dos compromiso­s de la selección argentina ante Perú (6 de octubre) y Paraguay (11 de octubre) no aparecen en el guión barcelonis­ta del retorno por mucho que presionen ya en su país. Sí se contempla el Barça-Deportivo del día 15, ideal para testar su puesta a punto y, por encima de todo, el Barça-City del día 19, con la Champions y Guardiola de vuelta en el Camp Nou.

 ?? ALBERT GEA / REUTERS ?? Messi, sentado en el banquillo lesionado, dirige la mirada hacia Neymar y Suárez, que tratarán de minimizar su ausencia
ALBERT GEA / REUTERS Messi, sentado en el banquillo lesionado, dirige la mirada hacia Neymar y Suárez, que tratarán de minimizar su ausencia

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