Poco juego, más pegada
El Espanyol logra su primera victoria ante el Osasuna gracias a Baptistão y Gerard Moreno
Si algo tiene el Espanyol de Quique Sánchez Flores es pegada. Ayer lo demostró para conseguir su primera victoria liguera en El Sadar ante un Osasuna con más ilusión que juego. Enfangados en el estilo de brega que proponían los locales, a los blanquiazules les bastó con un balón al área de Javi López que cabeceó Baptistão y una combinación entre Marc Roca y Geta rard con adorno del ariete para hacerse con el partido. Difícilmente se puede rentabilizar mejor un encuentro muy gris.
Para alegría de la parroquia local, Quique decidió regalar el control del partido al Osasuna, un conjunto que mostró sus carencias una y otra vez ante un Espanyol desdibujado y apático. Poco importó que Martín Monreal se decidiese ayer por modificar su estrategia renunciando a la defensa de cinco hombres, porque los rojillos volvieron a evidenciar su absoluta carencia de gol. Y eso que en los primeros 45 minutos Sergio León, anoche el único jugador local en punta ante la ausencia de Oriol Riera en el once inicial, tuvo ya ocasión de avanzar a los suyos a los 3 minutos, cuando se escapó de Víctor Sánchez por su banda derecha y casi consigue sorprender a Diego López con un disparo con poco ángulo. Después vendría un remate de cabeza de David García que Diego López envió al larguero en el 15 y un disparo raso de Jaime que se fue rozando el palo izquierdo del meta españolista en el 28, apenas un minuto antes de que Oier cabecease a las manos de Diego López una falta botada por Roberto Torres.
No se puede decir que el Espanyol sufriera ante el poco tino de los de Pamplona, pero sí que estaba firmando los peores minutos de lo que va de temporada, que visto lo visto ya es mucho decir. De hecho, la primera ocasión visitante no llegó hasta el minuto 39 de ese período, y lo hizo gracias a una fal- botada desde la zona ancha por Reyes en el 39. Óscar Duarte cabeceó el balón muy desviado. Una acción que llegó acompañada de una contra que Hernán Pérez desperdició rematando por encima del larguero de Mario. Hasta que la lógica del fútbol hizo que el Espanyol, sin más méritos que la calidad de sus hombres, se adelantase al filo del descanso con un centro al corazón de área de Javi López que Baptistão cabeceó a las redes.
El resultado podía ser justo o no, pero dejó tocado a un Osasuna que ni con el balón ni las ocasiones era capaz de ganar. Por si eso no fuera poco, una protesta de la grada de Indar Gorri dejó El Sadar sin su grupo de animación todo el segundo tiempo. No ofreció ese periodo más fútbol que el primero, por más que Osasuna encontró el premio a su empuje y aprovechó un nuevo error defensivo del Espanyol –en eso no cambiaron las cosas– para lograr el empate en una combinación entre Mario y Sergio León que el ex del Llagostera envió a las redes en el minuto 68.
Los blanquiazules volvían a las andadas y en el primer arreón del rival se veían superados para desesperación de Quique, que acababa de enviar al banquillo a Baptistão. Y el Espanyol no es que espabilase, pero en una contra volvió a demostrar la calidad individual de sus hombres. Después de que Marc Roca no consiguiese aprovechar una cesión de Tono a Mario que lo dejó solo ante el meta local, fue Gerard quien en una gran combinación con el canterano volvió a adelantar a su equipo en el 72 después de driblar a David García.
Al Espanyol aún le quedaba sufrir para defender su primera victoria y Diego López salvó a los suyos con un paradón en el 78 tras un buen cabezazo de Fuentes.
Quique Sánchez Flores decidió entrar en el juego de brega local y volvió a encomendarse a las contras