Koponen desea suerte a su equipo ante el primer reto
El Buesa Arena de Vitoria, escenario donde el Barcelona ganó la Supercopa en 2010 y la Copa del Rey en 2013, acoge desde hoy la Supercopa Endesa por cuarta vez en su historia. Es el primer título del curso, y desde hace doce años da el pistoletazo de salida a la temporada en España (se llegó a disputar a finales de los 80, pero en los 90 fue suprimido por su escasa relevancia).
En plena pretemporada, con pocos entrenamientos y las maquinarias todavía por engrasar, hablar de favoritos es aventurado. Más todavía en un clásico, el que enfrentará a Madrid y Barcelona hoy a las 21.30 horas (la primera semifinal, a las 19 horas, medirá a Baskonia y Gran Canaria).
Aunque sea el título menos importante del año, comenzar con victoria es importante para subir la moral y reforzar lo trabajado a lo largo de la pretemporada. El precedente más reciente entre ambos equipos es el de la final ACB, donde el Madrid pasó por encima del Barça de Xavi Pascual. Pero este verano ha habido cambios en la entidad culé, que empieza nuevo proyecto con Bartzokas en el banquillo. “El vestuario sabe que empezar con un título como la pasada temporada (el Barça defiende corona) sería bueno, pero no queremos meternos más presión. El Madrid ha reforzado su juego interior, pero nosotros tenemos nuevas piezas que sumarán mucho”, afirmó Justin Doellman, que deseó una pronta recuperación a un Koponen que recibió ayer el alta hospitalaria pero se perderá la cita. El escolta visitó ayer a sus compañeros en el Palau antes de que se marcharan hacia Vitoria.
De lo poco que se ha visto del nuevo Barça destaca la alegría en ataque, con más libertad de movimientos y una defensa muy agresiva para robar y correr al contraataque. “Bartzokas mantiene la misma filosofía que en Rusia, pero aquí tiene una plantilla más amplia para poder hacer más cosas”, explicó Víctor Claver, ambicioso ante su primer clásico como azulgrana: “Siempre es un reto especial enfrentarte al Madrid. Nos dirá un poco el nivel que tenemos”.
Bartzokas quiere devolver el espectáculo al Palau, y para ello deberá encajar las piezas, sobre todo en el perímetro, ya que el juego interior se mantiene intacto. Rice ha demostrado su habilidad para liderar, y también ha quedado patente que sin él en pista el equipo sufre para encontrar referentes en ataque.
El Madrid vuelve a tener en Llull y Ayón a sus dos pilares, añadiendo a un Rudy Fernández que comenzará al fin una temporada sin molestias físicas. A eso habrá que añadirle a Randolph, el fichaje estrella de los blancos, una amenaza que los azulgrana recuerdan bien de la Euroliga con el Lokomotiv. Nocioni mandó un aviso al Barça: “Llegamos mejor que la pasada temporada y queremos hacer algo grande. Nos hemos preparado a conciencia”. Que empiece el espectáculo.