Vivir sin Messi
Sin Messi y con Neymar acosado, el Barça inicia una serie de tres desplazamientos
Por muchos millones que se pongan sobre el campo, por muchas estrellas que acumule el Barça, es inevitable que los culés sientan vértigo cuando piensan que su equipo jugará los próximos tres partidos sin el mejor jugador del mundo, que estará tres semanas de baja por su lesión ante el Atlético.
El Barcelona inicia en Gijón una serie de tres desplazamientos consecutivos trascendentales para mantenerse en puestos de cabeza en la Liga y consolidar el liderato de grupo en la Champions. No es un buen momento para jugar sin Messi, lesionado, si es que existe algún buen momento para prescindir del mejor futbolista del mundo. En estas circunstancias Neymar está llamado a capitalizar el caudal ofensivo blaugrana. Ya lo hizo el año pasado, cuando una lesión de rodilla el 26 de septiembre apartó a Leo hasta el 21 de noviembre. Nueve partidos completos y dos parciales sin Messi que el Barça saldó con triunfos, a excepción de una derrota en Sevilla (2-1) y un empate intrascendente ante el Villanovense en el arranque de la Copa.
Menuda casualidad que, justo ahora, la Audiencia Nacional, a petición de la Fiscalía, haya resucitado la causa por estafa y corrupción en el fichaje de Neymar que había quedado archivada. Luis Enrique está convencido de que este asunto no incidirá en el rendimiento del brasileño. “Si hay un jugador y un equipo que está acostumbrado a estas situaciones es el Barcelona. Todos los jugadores del Barcelona, y el entrenador, estamos acostumbrados a cosas que no tienen nada que ver con el fútbol”, replicó el técnico, entre el hastío y la resignación. El adversario es el Sporting, que ha ganado sus dos partidos en El Molinón por idéntico resultado (2-1), pero la lesión de Messi y el acoso judicial a Neymar son también circunstancias amenazadoras.
Da la impresión de que Zidane otea un panorama propicio para distanciarse. Al técnico del Real Madrid le preguntaron si el Barça es mucho peor sin Messi. “Sí –afirmó espontáneamente–, aunque mucho peor no me gusta. Messi es Messi, sabemos lo que puede aportar a ese equipo. Será (un Barça) diferente”. Pero Luis Enrique permanece fiel a la política de lamentos cero: “La temporada pasada el equipo respondió a las mil maravillas. Tenemos una magnifica plantilla, recursos suficientes y más que de sobra para poder superar a los rivales”, alentó.
La expedición blaugrana viajó a Gijón, después del entrenamiento vespertino de ayer, con cuatro descartes: los dañados Messi y Umtiti, el portero Masip y Aleix Vidal. El lateral se ausenta de una convocatoria por cuarta vez consecutiva. “Mis decisiones hablan por sí solas”, explicó en este sentido el entrenador, que aunque no quiso cerrarle una puerta de futuro, admitió que la situación actual del de Puigpelat “no es nada favorable”.
Luis Enrique no quiso polemizar con el seleccionador de Argentina, Edgardo Bauza, que puso en cuestión a los servicios médicos del Barcelona a propósito de la lesión de Messi. La prioridad absoluta es la cita de Gijón, en la que el Barcelona puede presentar un repertorio renovado en previsión del desplazamiento del próximo miércoles a Mönchengladbach. Así, jugadores como Piqué o Busquets serían candidatos al banquillo, y tampoco sería descartable una modificación del sistema como ocurrió en el último partido a domicilio, en Leganés. Cada partido el Barça, salvo el del miércoles contra el Atlético, es como un pregón alternativo en cuanto a alineación y disposición táctica. Pero con 5 puntos extraviados en 5 jornadas, el equipo firma el peor comienzo de campeonato desde la primera temporada de Guardiola, hace 8 años.
LOS OBSTÁCULOS “Jugadores y entrenador estamos acostumbrados a cosas que no tienen nada que ver con el fútbol”