Marion Cotillard y Guillaume Canet, la réplica europea de Brangelina
Cotillard y Canet son la réplica europea de la ‘pareja perfecta’ que encarnaban Jolie y Pitt
No deja de ser irónico que la onda expansiva del divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt haya repercutido en una de las parejas cinematográficas más glamurosas de la escena europea: Marion Cotillard y Guillaume Canet. Ambos encarnan en Francia el equivalente de lo que representaban los Brangelina en el star system planetario. Es decir, la perfecta historia de amor entre dos estrellas cuya belleza y talento va asociada al compromiso social.
Cotillard no sólo se ha visto obligada a desmentir los rumores de una infidelidad con Brad Pitt, supuestamente durante el rodaje reciente de la película Aliados, que ambos protagonizan, una relación que además se señaló esta semana como posible detonante de la ruptura. La actriz francesa ha tenido que salir también en defensa de la solidez de su relación con Canet y confirmar que ambos esperan su segundo hijo. Desde que se hizo pública su relación en el 2007, los dos artistas franceses forman un tándem de ensueño.
Coincidieron en el 2003 en el plató de Quiéreme si te atreves. Entonces él estaba casado con la también actriz Diane Kruger, de la que se divorció en el 2006, y arrastraba una cierta reputación de bad boy, de chico difícil y algo torturado. Versátil y brillante, además de actor y director de cine, Canet, de 42 años, es un jinete experimentado, que a menudo coincide con Charlotte de Mónaco en las competiciones hípicas.
La carrera de Cotillard ha sido aún más fulgurante. Actriz sólida y magnética, pronto se abrió paso en el cine galo. 2007 fue el año que lo cambió todo en la vida de ambos, a nivel personal y profesional. Canet ganó el César (los Oscar franceses) al mejor director por Ne le dis a personne (No se lo digas a nadie), basado en la novela de Harlan Coben. Y a Marion, el papel de Edith Piaf en La vida en rosa, de Olivier Dahan, la hizo entrar en la leyenda. Su magistral interpretación de la diva de la chanson le valió el primer Oscar a la mejor actriz conseguido por una intérprete francesa, además de una lluvia de premios.
El filme la catapultó a Hollywood, donde ha rodado junto a primeras figuras, como Leonardo DiCaprio, en películas del impacto de Enemigos públicos, Nine, Origen, Contagio o Batman .Asus 40 espléndidos años, lleva ya una cincuentena de filmes a las espaldas y combina las grandes producciones americanas con el cine patrio. Canet la incluye siempre en las películas que dirige. La última, titulada Rock’n’roll ,yquese estrena el próximo mes de enero, se considera un reflejo de la vida de los dos actores.
Pero en paralelo a su carrera cinematográfica, Cotillard se ha hecho un hueco en otros ámbitos. Imagen de Dior desde el 2008, la
Actor y director, él es también un jinete experimentado; ella, una actriz de éxito e icono de la moda gala
elegancia con un punto vanguardista y el estilo natural y luminoso han convertido a la actriz en un icono de la moda francesa. Es además una ferviente activista ecológica. Jamás luce pieles y se implica en las campañas de Greenpeace. Incluso acompañó al presidente François Hollande en un viaje oficial a Filipinas para intentar persuadir al país asiático de la necesidad de rebajar los niveles de contaminación.
En el 2011 tuvo su primer hijo con Canet, Marcel. A diferencia de Angelina Jolie y Brad Pitt, que se han prodigado en actos públicos
“Es mi amor, mi mejor amigo y el único hombre que necesito”, ha dicho Marion de Guillaume
acompañados de sus hijos, sin ningún reparo a que los menores fueran fotografiados, Cotillard y Canet protegen celosamente al pequeño Marcel de la exposición mediática y evitan todo comentario sobre la intimidad. Una regla que ahora Cotillard se ha sentido obligada a romper ante una situación que, según ella misma ha reconocido a través de Instagram, “afecta” a las personas que quiere. “Hace unos años conocí al hombre de mi vida, el padre de nuestro hijo y del bebé que estamos esperando. Es mi amor, mi mejor amigo y el único hombre que necesito”, ha zanjado la actriz, como respuesta al revuelo mediático desatado ante la posibilidad de que hubiera tenido un affaire con Brad Pitt.
Todo indica, pues, que el naufragio de Brangelina no se llevará por delante a sus avatares al otro lado del Atlántico.