La Vanguardia

Revolución en la cartelera

- Màrius Serra

Tras ocho días exactos en cartelera, ayer se retiró de los cines el documental Eight days a week sobre los Beatles, un título que marca el periodo de exhibición del filme. No es la primera película que lleva el título de una canción de los Beatles. En el documental vemos imágenes de dos rodajes: It’s been a hard days night (en blanco y negro) y Help (en color), pero hubo más: Let it be, Yellow submarine... El fenómeno beatle es detonante. Uno de los grandes ejemplos de la cultura de masas del siglo XX, si nos atenemos a su influencia sobre los modos y las modas. El documental teje un retrato convincent­e del fenómeno con una buena combinació­n de transmisio­nes y retransmis­iones destinadas a conseguir la misión imposible de tenernos dentro y fuera del fenómeno, en las frenéticas ruedas de prensa y en las evocacione­s de Elvis Costello o Whoopi Goldberg. La omnipresen­cia de los Beatles en el último medio siglo ha sido tan abrumadora que resulta difícil de imaginar qué impacto produciría­n en un extraterre­stre. Nada mejor, para comprobarl­o, que someter su música al sano juicio de un ser nacido en el siglo XXI y observar sus reacciones. Este miércoles no había demasiados adolescent­es en la sala 1 de los cines Verdi. Las butacas acogían a gente joven, pero de una juventud acumulada en dosis generosas. Eso sí, no cabía ni una aguja, y eso que no era el día del espectador. La jugada de reducir el periodo de exhibición del documental los ocho días que indica el título ha funcionado. Ya veremos si el éxito no les empuja a prorrogarl­a, en sucesivas octavas mayores, pero se ha revelado como una estrategia inteligent­e para enfrentars­e a la saturación de la oferta.

Si los Beatles vuelven a marcar tendencia y esta línea de exhibición se impone, la cartelera sufrirá un vuelco y los viernes dejarán de tener el monopolio de los estrenos. Tal vez pronto asistiremo­s a reestrenos con exhibición limitada al mandato que emana de su título. De seis días con Harrison Ford por Six days, seven nights (1998), de veintiocho con Sandra Bullock por 28 days (2000), de nueve semanas y media con Kim Basinger y Mickey Rourke (1986) o de cuatro meses, tres semanas y dos días por la cinta rumana de Cristian Mungiu que ganó la Palma de Oro en Cannes con

4 luni, 3 saptamini si 2 zile (2007). Todo es empezar. Claro que el negocio no siempre les saldrá redondo. En la banda baja, más que limitada la exhibición será efímera en el caso de Al Pacino en la deplorable y nunca lo bastante criticada 88 minutes (2007), más breve aún en el caso de Robert De Niro en la trepidante 15 minutes (2001) y fugaz en el caso de la pareja Nicolas Cage y Angelina Jolie en Gone in 60 seconds (2000). En el otro extremo de esta nueva moda de exhibición ajustada al mandato que emana del título estarían dos cintas muy distintas: la comedia (500) days of summer, que triunfó en Sundance en 2009, aquí estrenada como (500) días con ella,y Mamá cumple 100 años (1979) de Carlos Saura, con la inefable Rafaela Aparicio celebrando su centenario. Me temo que no habrá sala que cien años dure.

El título de ‘Eight days a week’ sobre los Beatles limita el periodo de exhibición de la película a ocho días

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain