Historia de tres valientes
McGregor debuta adaptando a Phillip Roth, Jonás Trueba bucea en la memoria como narradora y Denis Villeneuve se sale
Días felices, estos finales del festival de San Sebastián, que han conocido unas cuantas audacias cuyos protagonistas han salido bien parados. En la competición oficial, el jueves se presentaba el cuarto largo de Jonás Trueba, La reconquista, historia del breve rencuentro de dos jóvenes (Itsaso Arana y Francisco Carril) que habían sido novios a los 15 años (Candela Recio y Pablo Hoyos). Trueba emplea la caligrafía de sus conocidas devociones –Rohmer, Moretti y Truffaut, en este caso– para levantar un artefacto sobre el modo en que la memoria afectiva actúa como narrador, dotando de discurso a nuestros recuerdos, pero también convocándolos para recomponerlos: el mero reencuentro supone una reescritura de la biografía pasada de ambos personajes. La reconquista, apéndice natural de la anterior, Los exiliados románticos, supone una indagación sobre los mecanismos del cine y su capacidad para crear discursos que mitiguen el envite de la contingencia. Entre risas y besos.
No tan celebrado ha sido el debut en la dirección de Ewan McGregor, que también protagoniza American Pastoral, junto a Jennifer Connelly y Dakota Fanning. Pero su cinta, ojo, ni mucho menos es el fracaso que algunos anunciaron en Toronto. Adaptar una pieza tan densa y compleja como la novela homónima de Phillip Roth demuestra arrojo, pero McGregor –que recibió los parabienes del novelista, contaba ayer– también se revela como tipo cabal, ciñéndose a un estilo canónico para que sea el texto de Roth el que sostenga su filme. No es poco, considerando que el jurado lo preside Billie August, cineasta que algo sabe de destrozos literarios.
Pero la verdadera revelación del viernes –y de lo que va de festival– fue lo nuevo de Denis Villeneuve, La llegada (The arrival). El director de Prisioneros (2013), Enemy (2013) –ambas estrenadas aquí– presentó en la sección Perlas su monumental parábola de ciencia ficción sobre las paradojas de la física y del lenguaje, una película tan inteligente, tan bella y tan buena que obligará a pensar, hablar, leer y escribir mucho en los próximos meses. Bueno, años.
‘La llegada’ confirma que la ciencia ficción es el género más audaz, inteligente y profundo de este siglo