En Marea se impone el reto de consolidar su alternativa
“Venimos para quedarnos”, afirma el juez que logró ser segundo por un estrecho margen
El “venimos para quedarnos” que pronunció ayer el juez en excedencia Luis Villares Naveira en su discurso de valoración del resultado electoral contiene también un mensaje en primera persona, pues supone la confirmación de que pretende intentar liderar la oposición y convertirse en la alternativa del centroizquierda que trate de derrotar al Partido Popular en los comicios previstos para el 2020. Ese era el plan inicial de este lucense de 38 años y al que apeló ayer tras haber conseguido por poco su objetivo de convertir a En Marea en la segunda fuerza política. Lo consiguió en votos, al superar al PSdeG-PSOE con unas 16.000 papeletas de margen.
Sin embargo, En Marea y el PSdeG empataron a escaños, con 14. Y los socialistas apelaban ayer a sus opciones de sumar un diputado más por la provincia de Ourense con el voto exterior, a costa del PP, o incluso del BNG. Sin embargo, pese a las muy estrechas diferencias, pues el PSOE se quedó anoche a 105 sufragios de quitarle el escaño a los populares, con los resultados de las últimas generales, no parece que les llegue con el muy menguado voto de la diáspora gallega. Ese último intento del PSOE constituye un riesgo para Villares, que de momento apostó por erigirse ayer en el jefe de la oposición parlamentaria y en la cabeza de la futura alternativa ante las siguientes elecciones. Se trataba también de una forma de explicar que durante la campaña, de la que fue de menos a más, a este joven magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Galicia no le dio tiempo a alcanzar un mayor brillo para llegar al nivel que le pronosticaban los sondeos, del que se quedó a cuatro o más diputados.
Pero Villares no lo va a tener fácil, porque En Marea es un complejo conglomerado de Podemos, en plena crisis interna, Izquierda Unida, el nacionalismo del histórico Xosé Manuel Beiras y las candidaturas municipales, como las mareas de las ciudades coruñesas, que ahora se van a sentir amenazadas ante la recuperación del PP en las autonómicas.
En el discurso en el que trazó sus objetivos de aquí “al 2020”, Villares apostó por, pese a la sensación de decepción, hacer una valoración positiva de la campaña y los resultados de En Marea, pues considera que consiguieron canalizar los deseos de la parte de la sociedad que quería votar con ilusión contra Feijóo.
EL PULSO ENTRE EN MAREA Y PSOE El liderazgo de la oposición depende del recuento del voto exterior de Ourense