La Vanguardia

La debacle electoral deja a Sánchez contra las cuerdas ante sus críticos

El líder del PSOE se muestra dispuesto a resistir la acometida de sus adversario­s

- JUAN CARLOS MERINO Madrid

El 25-S dejó anoche a Pedro Sánchez vapuleado y contra las cuerdas, frente al ejército enemigo que, capitanead­o por Susana Díaz, le exige responsabi­lidades por la debacle socialista sufrida en Galicia y en Euskadi. El líder del PSOE, pese a la tormentosa noche electoral, no mostró ningún indicio, no obstante, de tener intención de tirar la toalla.

En su equipo dieron por hecho que Sánchez no dará su brazo a torcer, no dimitirá e intentará resistir la acometida interna, venga por donde venga. Sus fieles, de hecho, se preguntaro­n cuánta responsabi­lidad cabría atribuir en los malos resultados a los dirigentes críticos que, a su juicio, han “bombardead­o” las campañas socialista­s en Galicia y Euskadi, al desatar su ofensiva interna contra el líder del PSOE justo antes de la cita con las urnas.

Pero del alcance de la tragedia dará cuenta la batalla interna que ahora se recrudecer­á, con la vista puesta en el comité federal del próximo sábado. César Luena, al filo de la medianoche, asumió que los relos sultados “no son positivos”, aunque se aferró a que el PSE “será determinan­te” en la gobernabil­idad de Euskadi, y al empate en escaños con En Marea en Galicia.

En Ferraz confiaban en que las malas expectativ­as alentadas por las encuestas, y también por los críticos que auguraban una hecatombe, podían acabar benefician­do a Sánchez. Pensaban, así, que el PSOE quedaría como segunda fuerza en Galicia, evitando el sorpasso de En Marea, pese a que los críticos y los sondeos daban por hecho lo contrario. Presumían de esta manera que, como ocurrió en las generales del 26-J, al quedar neutraliza­do en las urnas el adelanto de Podemos, el simple hecho de resistir a la marea gallega le serviría a Sánchez para visualizar que, pese a los malos resultados, una vez más, había salvado los muebles. Y su cabeza.

Pero anoche, finalmente, las urnas acabaron de confirmar todos los malos augurios para los socialista­s.

Los críticos habían fijado en el calendario la noche del 25-S para desplegar la ofensiva para descabezar a Sánchez, tras el revolcón electoral que preveían. Incluso, para elevar muy malos resultados que habían previsto, alguno había reclamado obtener, al menos, 16 escaños en Galicia y 14 en Euskadi, “por debajo de los cuales sería un resultado catastrófi­co para el partido”.

La batalla interna entre los fieles a Sánchez y sus críticos, anoche, se dirimía de común acuerdo en Galicia. Los sondeos a pie de urna y el inicio del escrutinio –ya con Sánchez reunido en la cuarta planta de Ferraz con su equipo–, no constataba­n el sorpasso de En Marea, si bien en la dirección del PSOE aún se cruzaban los dedos sobre las nueve de la noche porque en la Galicia rural, de donde empezaban a llegar los primeros datos, no tiene penetració­n la confluenci­a de Podemos, concentrad­a en las grandes urbes. “Optimismo moderado”, decían en Ferraz. Pero apenas diez minutos después, con el 24% del voto escrutado, sólo un escaño separaba al PSOE de En Marea (13-12), aunque con el 27% se amplió la distancia a dos diputados (14-12). Mientras, en Euskadi, ya con el 65% del escrutinio, se empezaba a confirmar definitiva­mente la cuarta plaza que ya se daba por hecha en el PSOE, con apenas 9 escaños. “Lo de Euskadi es para llorar”, corroborab­a un dirigente socialista.

Los críticos empezaron a bullir: “Son los peores resultados de la historia, y somos el partido que más escaños pierde en ambas comunidade­s autónomas”. No obstante, temían que Sánchez se aferrara a sacar un escaño más que En Marea para intentar salvar el cuello. Pasado el 60% del escrutinio, PSOE y En Marea empataban a escaños (1414). Pero, con el 65%, se produjo el sorpasso, con 14 escaños de En Marea frente a los 13 del PSOE. Y con el 68% volvieron a empatar a 14 diputados. La recta final del escrutinio confirmó el amplio adelanto de En Marea en votos –con más de 16.000 papeletas–, pese a mantener el empate en escaños. Y la guerra interna del PSOE se dio, oficialmen­te, por desencaden­ada.

“Son los peores resultados de la historia y somos el partido que más escaños pierde en ambas comunidade­s”

 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? Pedro Sánchez, en la imagen llegando a la sede del PSOE en Ferraz ayer por la tarde, sufrió una noche electoral tormentosa
EMILIA GUTIÉRREZ Pedro Sánchez, en la imagen llegando a la sede del PSOE en Ferraz ayer por la tarde, sufrió una noche electoral tormentosa

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