El Barça Lassa debuta con un triunfo laborioso
Encuadrado en un grupo de altísima dificultad, el Barça Lassa debutó en la Champions 2016-17 con una trabajada victoria en la pista del Orlen Wisla Plock fundamentada en una mejora global en la segunda parte, cuando por primera vez cobró ventaja en el marcador, después de un primer acto dominado por el conjunto polaco. Un pabellón atestado, con 5.000 enfervorecidos seguidores, animó al equipo dirigido por Peter Przybecki frente a un Barcelona que inicialmente careció de fluidez en el ataque y pecó de tibieza defensiva, pero Xavi Pascual recurrió a la vieja guardia y a los mecanismos conocidos para adquirir solidez, invertir el dominio y terminar firmando un triunfo sin complicaciones. Dos puntos valiosos antes de recibir en el Palau, el próximo sábado en la segunda jornada de la Champions, al potente Kiel alemán, que la pasada temporada impidió el acceso del conjunto blaugrana a la final a cuatro.
Rodrigo Corrales fue un muro en la primera parte. La eficacia del portero gallego, con tres paradas en los primeros cinco minutos, permitió al Wisla Plock abrir con un 3-0. Movía el banquillo con agilidad y encontraba fisuras en la defensa blaugrana, en tanto el registro anotador del Barça resultaba anormalmente bajo. Después de la séptima parada de Corrales, el Wisla estableció la máxima diferencia a su favor (10-6), un marcador preocupante para un Barça que se obligó a reaccionar. El conjunto polaco –en el que conviven jugadores de 9 nacionalidades– desperdició el último ataque del primer acto y con un contraataque de Viran Morros sobre la bocina el Barça redujo a la mínima expresión (12-11) la derrota en el descanso.
En el segundo tiempo se invirtieron los papeles. Los de Pascual se anticiparon por primera vez (12-13) con un gol de penalti de Valero Rivera –máximo realizador del partido, con 3 tantos de jugada y 4 desde los 7 metros con una efectividad total– y ya no soltaron la presa, aunque al principio el rival opuso resistencia. Hasta que con el 15-15 Pascual pidió un tiempo muerto para ordenar mayor atención sobre Gilberto Duarte, clave en el juego polaco.
La fortaleza defensiva y la fluidez ofensiva del Barça incrementaron exponencialmente. A falta de 7 minutos (17-22, máxima ventaja blaugrana) el técnico polaco decidió, a la desesperada, acogerse a la nueva normativa y sentar al portero para actuar con 7 jugadores pero una exclusión le desbarató el plan y el desenlace se fue revelando sin sorpresas. El Barça ya era un equipo serio, que replicó con un parcial de 12-21 a la ilusión que había generado la ventaja polaca de 4 goles.