SER RESPONSABLE TIENE PREMIO
Las empresas más sostenibles tienen más éxito, reducen costes y aumentan su competitividad
Ser responsable tiene premio”, remarca Joaquim Borràs, presidente ejecutivo de ISS Facility Services, y lo argumenta de la siguiente manera: Cuando una empresa incluye la RSE en su estrategia, sus empleados la aprecian más y son más productivos, porque perciben que trabajan en una organización alineada con la cultura imperante que tiende al respecto a las personas, al planeta y a la sociedad.
A su vez, sus clientes le compran más, porque se trata de una empresa con códigos éticos y busca proveedores que piensen igual, porqué así ambas empresas potencian su acción responsable. Todo ello hace que su reputación mejore, porque la sociedad de hoy ya no considera sobresaliente la empresa que más gana (a cualquier precio), sino la que engrandece la sociedad, haciendo más por sus empleados, su entorno y sus accionistas.
“Además –añade Borràs- contratar o comprar a empresas responsables reduce riesgos legales, medioambientales, laborales… y el riesgo tiene un elevado coste en la empresa: controles, verificaciones, au- seguros, contingencias, etc. Por ello, trabajar con empresas responsables reduce costes internos y consigue empresas más competitivas”.
A la misma conclusión llega Jaime Silos, director de Desarrollo Corporativo de Forética: “Las empresas líderes en sostenibilidad generan mayores márgenes comerciales y son mejor valoradas por inversores y analistas”. Silos, director del informe “RSE y Marca España: empresas sostenibles, país competitivo”, añade: “La RSE va más allá de la mera filantropía, detrás hay razones económicas. Las empresas del siglo XXI se han dado cuenta que, si quieren ganar dinero, deben hacer mucho más por la sociedad, proteger sus mercado. La sostenibilidad no sólo es buena, también tiene sentido financiero”.
RESULTADOS POSITIVOS
Según un estudio realizado por Boston Consulting Group junto con MIT Management Review, un 32% de las compañías declara que las prácticas de sostenibilidad han contribuido positivamente en sus resultados financieros. Otro estudio, el desarrollado por McKinsey & Company, apun- ta que el 36% de las empresas señala la sostenibilidad como una de las tres grandes prioridades de su agenda.
Estas cifras reflejan la convicción de que la RSE puede ser una palanca de creación de valor pero, para lograrlo, el 66% de las compañías encuestadas en el “Estudio Multisectorial 2016 sobre el estado de la responsabilidad corporativa de la gran empresa en España”, considera necesario alinear la estrategia de la RSE con la estrategia general de negocio, y contar con políticas específicas.
El informe elaborado por Forética también destaca que el 84% de las empresas participantes ha definido una estrategia de reducción/compensación de emisiones de gases de efecto invernadero y lucha contra el cambio climático, y el 20% está inscrita en el Registro Nacional de Huella de Carbono. En cuanto a la dimensión social, el 95% de las empresas dispone de un Plan estratégico de Acción Social, el 92% realiza innovación responsable, y el 65% dispone de una política específica de conciliación y evalúa su implantación.
Ante estas cifras, Jaime Silos subraya: “La empresa española en aspectos de sosditorías,
La micropyme no tiene ni los medios ni la capacidad para hacer grandes cosas en RSE; bastante tiene con sobrevivir”
tenibilidad y responsabilidad social está haciendo una muy buena labor; pero debemos distinguir la mediana y gran empresa de la pequeña, porque hay un gap importante”. El director de Desarrollo Corporativo de Forética remarca que la gran empresa, “y más todavía la cotizada”, en los últimos diez años ha incorporado políticas, herramientas de gestión, sistemas de medición y de rendir cuentas en torno al comportamiento social y ambiental de la empresa, en especial cuando la empresa apuesta por la internacionalización.
No obstante, en España existe una divergencia en el nivel de implantación de la RSE en la empresa según su tamaño. El grado de penetración en la pequeña empresa española es todavía bajo en comparación con el resto. Según datos del Informe Forética 2011, sólo el 4% de la pyme disponía de políticas y herramientas avanzadas en RSE, frente al 54% de la mediana y gran empresa.
LA REALIDAD DE LA PYME
El problema de las pymes no es la falta de voluntad o interés por llevar a cabo acciones de RSE, sino de estructura. “Una empresa necesita un mínimo de estructura para poder desarrollar políticas de RSE, y la micropyme no tiene ni los medios ni la capacidad para hacer grandes cosas; bastante tiene con sobrevivir”, remarca Silos, a lo que añade: “Donde se aprecian brotes verdes es en las medianas empresas”.
Hoy las grandes compañías tienen un efecto tractor y son las medianas las que pueden seguir sus pasos, especialmente cuando se convierten en sus proveedores.
LOS TRES RETOS DE LA RSE
La gobernanza global, el cambio climático y la fiscalidad responsable son los tres grandes temas que generan mayor debate vinculado con la RSE. Según Silos, es necesario un trabajo conjunto entre empresas y gobiernos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en 2015, unos objetivos que implican la cooperación entre empresas y Estados. En cuanto al cambio climático, el experto de Forética considera que “estamos avanzando, pero parece que no seamos conscientes que nos estamos jugando la perpetuidad del planeta tal y como lo conocemos”. Y referente a la fiscalidad responsable, opina que los gobiernos están trabajando en un marco fiscal más transparente y responsable, “para evitar que sucedan casos como el de Apple”. La compañía fundada por Steve Jobs dejó de pagar hasta 13.000 millones de euros entre 2003 y 2014 en concepto de Impuesto de Sociedades a raíz de los acuerdos fiscales a medida (tax rullings) firmados por Irlanda y Apple en 1991 y renovados en 2007.