Sánchez, en el desierto

Tal vez sólo repararon en ello los más conspicuos observadores de la televisión o los que, a fuer de dedicarse al oficio de la política, no les queda más remedio que seguir las ruedas de prensa de los partidos. Lo cierto es que este verano los socialistas han remodelado la sala de prensa de la calle Ferraz y han hecho desaparecer ese decorado azulón cósmico sustituyéndolo por el paisaje acre que reproduce una viejo cartel del partido de la campaña de 1979. Un campo arado, tierra de secano del que surge una rosa. El caso es que en este nuevo decorado ayer salió Pedro Sánchez para explicar su visión de la tensa comisión permanente del partido que había tenido lugar por la mañana. Pero el nuevo escenario, al menos visto desde la televisión, resultaba muy poco favorecedor porque el campo arado parecía, a vista de plasma, un desierto desde el que el dirigente del PSOE predicaba. Nadie ha dado razón de quien diseñó el nuevo fondo de la sala de prensa, pero podría ocurrir que fueran artistas del gotelé contratados por la mismísima Susana Díaz.