Una venganza que se sirve en plato frío
Alicia Machado, exmiss Universo, emerge como arma contra Trump
Después de dos décadas, la efímera gloria –y en su caso traumática– de ser la más guapa del mundo le ha permitido servir su venganza en bandeja de plata.
A Alicia Machado no le ha hecho falta corona, ni cinta, ni exhibir su cuerpo, ni contonearse en una pasarela, ni posar con sonrisas plásticas. Su plato frío ha copado la atención del mayor espectáculo político jamás celebrado en Estados Unidos y sus secuelas. Desde los diarios más influyentes a las grandes televisones, sin olvidar los sitios de internet, en todos los lugares aparecía esta mujer este martes.
Donald Trump ha recibido su latigazo en el primer debate cara a cara en la carrera a la Casa Blanca, precisamente la noche del lunes cuado se batió el récord histórico de televidentes, más de 80 millones de audiencia, sin contar los que lo vieron online.
Al poco de hacerse en 1996 con el título de miss Universo representando a Venezuela, Machado ganó pesó. Trump, dueño del certamen, la amenazó con quitarle el título. “Me decía que mi aspecto era asqueroso, que estaba gorda, me llamaba miss Máquina de comer”. En lugar de disfrutar de su éxito, esa corona se convirtió en una pesadilla. “Me sentí como una rata de laboratorio. Me humillaba y tanto sufrimiento me provocó desórdenes alimenticios, no comía, me veía obesa”. La metía en un gimnasio, rodeada de periodistas y la ridiculizaba.
Así lo confiesa en un vídeo difundido por la campaña de Hillary Clinton, la precursora de su regreso a la fama cerca de los 40 (los cumple en diciembre). El revuelo llevó al equipo de la demócrata a organizar una rueda de prensa telefónica. Al magnate lo retrató: “un tipo que hace cosas estúpidas, misóginas y machistas”, dijo en esa conferencia.
Trump cayó en su propia trampa al arremeter contra Hillary Clinton, de la que sostuvo en el debate que carecía “del aspecto y la energía” para ser la primera mujer presidenta del país.
Rayos, truenos y centellas salieron por la boca de la candidata demócrata. Tras recordar que el aspirante republicano ha calificado a las mujeres de “puercas, haraganes o perras”, de considerar que el embarazo es un inconveniente para darles trabajo o sostener que no se merecen igual salario que un hombre, la furia se concentró en un caso concreto.
“Lo peor que dijo –remató– fue sobre una mujer en una competición de belleza. Le encantan estos concursos y la llamó “miss Cerdita y mis Ama de Casa “porque ella es latina. Donald, ella tiene un nombre. Se llama Alicia Machado. Y se ha convertido en ciudadana estadounidense y votará. Puedes apostar por quién lo hará”. El golpe le dejó noqueado. Su respuesta se produjo ayer, en la Fox. ¿Disculpas?, no gracias. “Ganó y se engordó de forma masiva, era un problema. No sólo por eso, sino por su actitud”, se burló.
Pero ella no tiene miedo. El nominado que vende su intención de cuidar de los ciudadanos y de hacerlos progresar económicamente jamás le pagó lo que había firmado por contrato. “Es una persona resentida –insistió Machado–, tiene mucho racismo y está convencido de que los seres humanos son inferiores a él”.
Hillary Clinton recuerda que su rival, que no se disculpó, la llamaba “miss Cerdita” y “miss Ama de Casa”