El debate sobre los símbolos se impone a la acción de gobierno
El rechazo a quitar la estatua de Colón y el cambio de nombre de la sala polarizan el pleno
La concejal de la CUP María José Lecha se vanaglorió en el pleno de ayer de que la ocurrencia de su grupo ya cumplió sus objetivos. No importó que fuera rechazada. La idea de derribar la barcelonesa estatua dedicada a Cristobal Colón resonó estos días por el planeta. La presidenta del grupo de Ciutadans, Carina Mejías, dio la razón y las gracias a los de la CUP, les dijo que llevan toda la semana tronchándose con los memes, tuits y posts que inspiró su propuesta, que esperan conocer su próxima idea. Y el cupero Josep Garganté no quiso reprimir una poderosa palmada llena de ironía cuando el popular Alberto Fernández dijo que no le extrañaría que pidieran que la efigie de Colón sea sustituida por la del dictador Kim Jong Un. Luego, el teniente de alcalde Gerardo Pisarello dijo que están considerando poner en la base del monumento un panel que hable de las víctimas del colonialismo, y abrir un concurso internacional de ideas sobre la estatua junto a Correos de Antonio López y López, naviero y traficante de esclavos. La política del tuit, del mensaje de 140 caracteres, se está instalando en el Ayuntamiento. Y sus plenos, cortos en la parte ejecutiva, así lo ilustran.
La parte de la sesión que corresponde a la acción de gobierno resulta cada mes más breve. Y muchas proposiciones de la oposición son transaccionadas para contar con el apoyo o la abstención del gobierno. Ello rebaja los compromisos que supone su aprobación. El resultado es que el Consistorio dice que luchará contra el narcotráfico en la calle. Cuestiones trascendentales como la elaboración del Plan Especial de Alojamientos Turísticos y la
El descubrimiento de América, la reina regente y la República fueron protagonistas
reforma de la ordenanza de terrazas siguen acumulando demoras.
Y en estas circunstancias el debate en torno a los símbolos cobra especial relevancia, se convierte en la arena política donde unos y otros se diferencian. La sesión de ayer acogió de nuevo, otra vez, la discusión en torno al cambio de nombre de la sala que acoge estos plenos. Una vez más los trastos volaron frente al impertérrito rostro de la reina regente María Cristina, quien, a pesar de todo, desde su imponente óleo, continúa presidiendo la sala. Ahora, y ya de un modo formal, esta dependencia rinde homenaje al republicano Carles Pi i Sunyer, al primer alcalde de Barcelona elegido por sufragio universal completo, tanto de hombres como de mujeres. En este punto los ediles no resultaron tan cáusticos. La cuestión no incitaba tanto al cachondeo. Unos, BComú, CiU, ERC, PSC y CUP, dicen que están haciendo un acto de justicia con la democracia. Otros, Ciutadans y PP, que el gobierno trata de esconder su incapacidad para afrontar los problemas de la ciudad. Esta vez, pensaron muchos, todos tenían algo de razón.