El sector público y el privado se abrazan
Representantes de la administración y empresarios coinciden en defender unas bases de contratación pública más sólidas
El sector público y privado se buscan entre la multitud y se miran de reojo. Saben que han tenido una relación difícil en el pasado –uno de ellos se excedía y el otro pagaba la fiesta–, pero se buscan. Se encuentran, se dan un abrazo amistoso y se comprometen a volver a intentarlo porque están convencidos de que juntos les puede ir bien.
Así es, a grandes trazos, la relación entre el sector público y privado que dibujaron ayer en el seminario La colaboración público-privada: estado de la cuestión, organizado por la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del País y el Centro de Gobernanza Pública de Esade en el Palau Macaya de la Obra Social La Caixa.
Después de años en los que la corrupción y la dilución de responsabilidades ha frenado los acuerdos entre la administración y el sector privado, tanto desde un lado como desde el otro coinciden en defender sus posibilidades. Sin entusiasmos, más bien en un sentido práctico. Quieren hacerlo bien y para ello reclaman “una regulación sólida y estable adaptada a las nuevas formas y sin ser excesiva”, según el director general adjunto de Esade, Francisco Longo. “Un marco estable y flexible, que no sea intervencionista en exceso y que haga posible aquello que pretende”, resumió Miquel Roca, presidente de la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del País.
Ese es el reto entre ellos, luego hay otro para ganarse el favor del resto: la legitimidad de la ciudadanía. “Hay que sustituir la propaganda por la pedagogía”, les recomendó el chileno Koldo Echebarría en una de las charlas del seminario. Lo tienen cada vez más difícil. Si en la página anterior se alerta de que la política del tuit se está instalando en la sala de plenos del Ayuntamiento, Miquel Roca lo extendió ayer a toda la sociedad. “La cultura del Twitter –lamentó Roca–, lo reduce todo a los 140 caracteres y parece que solo hay espacio para las conclusiones”.
En el seminario se trató de ir más allá con intervenciones de diversos ejecutivos como Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria La Caixa; Rafael Vilaseca, consejero delegado de Gas Natural; Salvador Alemany, presidente de Abertis, y Ángel Simon, presidente de Agbar.
Los asistentes confrontaron temores, buscaron soluciones a la relación y coincidieron en la necesidad de reforzar los vínculos de colaboración en sectores como el de la salud, el fomento de la ocupación, la ciencia y la gestión tributaria. Y por otro lado están los retos que abren las nuevas empresas como Airbnb y Uber en sectores clásicos como el hotelero y el del taxi que obligan a buscar nuevas soluciones y vienen a demostrar que el sector público y el privado están condenados a entenderse.
“Para evitar que haya prevenciones, lo que se necesita es una gobernanza clara, el sector público debe liderarlo y dejar claro que no es el único que asume riesgos”, apuntó al cierre de la jornada el conseller de Empresa, Jordi Baiget. En ese sentido, los asistentes a la jornada defendieron la necesidad de una Agencia de Evaluación de las Políticas Públicas más fuerte.
Ganarse la legitimidad y el favor de la ciudadanía con una buena gobernanza es el reto de futuro