Toni Bach
CASTELLERS DE VILAFRANCA
Cualquiera puede ganar, aunque los Castellers de Vilafranca han ganado en Tarragona ocho concursos consecutivos. Pero ganar con su elegancia y deportividad demuestra que entre las colles, además de rivales, hay compañeros. Una lección.
Hacer transitar una tradición como los castells por el escenario de la competición más apasionada dio ayer como resultado un espectáculo único que elevó a la máxima expresión casi todas las emociones que puede sentir un ser humano. Si además la expresión de cultura popular cuenta con unos protagonistas capaces de dejarse la piel sobre la imponente Tarraco Arena Plaça, con 6.000 aficionados entregados y actores principales como sacados de una película, incluido un gran secundario, la experiencia y los silencios vividos tardarán en olvidarse.
No importa que quien observa y vive no sea casteller ni sienta los colores de ninguna colla. Sobre la piel, el placer de experimentar como propia la felicidad, el miedo, la osadía, la rabia o la tristeza castelleres. De todo hubo en las más de seis horas de exhibición. Para poner un pero, una duración quizás excesiva, aunque el ritmo fue casi siempre ágil y trepidante.
Castellers de Vilafranca y Colla Vella dels Xiquets de Valls asumieron desde el minuto uno los dos grandes papeles protagonistas. Como quien sale al escenario y se muestra convencido de que acabará triunfando. Cada colla con su manera reconocible de vivir los castells: más corazón para los del kilómetro cero casteller; fortaleza y sangre fría de los del Penedès, con enorme capacidad para competir.
Los verds se rieron de la presión del favorito descargando de salida, con alucinante solvencia, el tres de deu amb folre i manilles. La respuesta de la Vella, desafiar en primera ronda el quatre de deu con folre i manilles, que por muy poco no pudieron descargar. A cada gesta, la alegría desatada de unos aficionados que respondieron con nota a la campaña impulsada para fomentar el respeto entre colles. Nada que ver con los pitos y los abucheos que sufrieron los de Vilafranca en el anterior concurso, hace dos años.
El duelo mantuvo hasta el final virtudes imprescindibles de cualquier espectáculo que se precie, siempre entre la tensión y la incertidumbre. Aunque la Vella falló con el tres de deu y Vilafranca descargó el quatre de deu amb folre i manilles para dejar encarrilada su victoria, los de Valls en lugar de venirse abajo se impusieron un desafío mayúsculo: un castell inédito, casi un mito: el tres de nou sense folre ni manilles. El reto se convirtió en amenaza para la victoria de los verds, lo que tuvo la virtud de elevar hasta el cielo el desenlace final.
Aunque la Vella no pudo con lo que para algunos es un castell imposible, sobre todo si se intenta cuando las fuerzas escasean, para el recuerdo quedará el silencio, el respeto y la expectación de una plaza con casi 15.000 almas, entre aficionados y castellers. La apuesta del todo o nada de la Vella le acabó costando el segundo puesto, a favor de una admirable Colla Jove de Tarragona.
Tras la batalla, aún empapados de sudor pero con una envidiable capacidad de análisis, los caps de colla de las formaciones que ocuparon el podio verbalizaron lo vivido. Chapeau para todos. Toni Bach, de Vilafranca: “Quiero dar las gracias a la Colla Vella, hacen que disfrutemos más los castells como nos los han enseñado”. Manel Urbano, de la Vella: “Felicitarles por su gran actuación y por ser los dignísimos ganadores”. Lección del cap de colla de la Jove de Tarragona, Aleix Bordas: “Quiero agradecer a Vilafranca y a la Vella el espectáculo y la lucha que nos han ofrecido hasta el final; estamos muy contentos con la segunda posición que seguramente no nos correspondería si a la Vella le hubieran salido bien sus castells”.
Bach incluso se mostró comprensivo con un público que no escondió sus ganas de ver ganar a los de Valls. “Si fuese un aficionado, yo también querría que perdiesen los Castellers de Vilafranca, después de tantos años ganando”. De esta edición se recordará también la sorprendente actuación de los Xiquets de Hangzhou, al final décimos clasificados, cuya participación criticaron algunas colles. En octubre del 2018, más. Tic tac...
MENTALIDAD DE ACERO La capacidad para competir y soportar la presión, clave de la hegemonía verde
‘FAIR PLAY’ Menos pitos para los ganadores que hace dos años en una exhibición inolvidable