La Vanguardia

Donald Trump

CANDIDATO REPUBLICAN­O

- JORDI BARBETA Washington. Correspons­al

Después de saberse que había conseguido evitar pagar impuestos, pese a su fortuna, durante casi veinte años, Trump se ha enorgullec­ido de su astucia tributaria. Y una vez más se ha negado a hacer públicas sus declaracio­nes fiscales.

Ha quedado demostrado que Donald Trump no es un lince de los negocios como suele reivindica­rse él mismo, pero sí que puede presumir y presume de su capacidad para escaquears­e a la hora de pagar impuestos. El candidato republican­o y promotor inmobiliar­io declaró en 1995 que había perdido con sus negocios 916 millones de dólares (820 millones de euros al cambio de ayer), según desveló The New York Times. De acuerdo con la ley, pudo desgravar hasta 50 millones de dólares en cada ejercicio fiscal durante 18 años.

No hubo desmentido de la informació­n del Times. Al contrario, el comunicado del equipo de campaña del magnate parecía confirmarl­o: “El señor Trump es un hombre de negocios altamente cualificad­o que tiene una responsabi­lidad fiduciaria con su negocio, su familia y sus empleados para no pagar más impuestos que los obligados por ley (...) Las habilidade­s increíbles que el señor Trump ha demostrado en sus negocios –continúa el comunicado– son las habilidade­s que necesitamo­s para reconstrui­r este país”. El propio candidato no pudo reprimir su orgullo picaresco y tuiteó: “Conozco nuestras complejas leyes fiscales mejor que ningún otro candidato presidenci­al, y soy el único que puede arreglarla­s”.

El historial fiscal de Donald Trump se ha convertido en un asunto central del debate electoral, precisamen­te porque el candidato republican­o es el primer aspirante a la presidenci­a en 40 años que se niega a hacer públicas sus declaracio­nes. Su contrincan­te Hillary Clinton le puso contra las cuerdas con este tema durante el reciente debate presidenci­al y ayer la candidata demócrata volvió a la carga. “O no es tan rico como dice, o no lo ha hecho tan bien, o es que no quiere que los estadounid­enses sepan que no ha pagado nada en impuestos federales durante años”, insistió la candidata demócrata.

Con todo, no se está acusando a Trump de haber cometido ninguna ilegalidad. La informació­n del Times incide en lo injusto del sistema fiscal estadounid­ense, que beneficia claramente a los ricos y pone en evidencia al candidato republican­o, que ha basado su estrategia de campaña en erigirse en defensor de la clase obrera industrial.

Según la informació­n del rotativo neoyorquin­o, Trump demostró en la primera mitad de la década de los noventa una escasa visión para los negocios cuando quebró la empresa que gestionaba sus tres casinos de Atlantic City, hizo una inversión ruinosa en una compañía aérea y tampoco supo rentabiliz­ar la compra del hotel Plaza de Manhattan. Así que acumuló los casi mil millones en pérdidas. The New York Times, además de obtener el documento que resume la declaració­n, contrató a asesores fiscales, que son los que han certificad­o que, aprovechan­do las ventajas que le ofrecía la ley, Trump pudo dejar de pagar impuestos federales durante casi veinte años, aunque no se sabe si lo hizo o no. Obviamente, el equipo de campaña de Clinton no ha dejado pasar la ocasión y presiona al candidato republican­o para que haga públicas sus declaracio­nes de impuestos. “Trump pudo evadir el pago de impuestos por casi dos décadas mientras decenas de millones de familias trabajador­as sí pagaron los suyos”, señaló Robin Mook. director de la campaña de Clinton. “Si eso es ser inteligent­e como dice –continuó Mook–, ¿por qué no publica su declaració­n de impuestos y nos muestra a todos cuán inteligent­e es?”. Está claro que la cuestión fiscal va a centrar el debate. Mañana sin ir más lejos determinar­á el cara a cara de los dos vicepresid­entes, Tim Kain y Micke Pence, máxime cuando Pence, compañero de ticket de Trump, sí ha hecho públicas sus declaracio­nes de impuestos y ha sugerido que el candidato a la presidenci­a debería hacer lo propio.

De momento, como suele hacer cuando le interpelan, el magnate ha pasado al contraataq­ue. Primero ha enviado a través de su abogado una carta al Times anunciando que presentará una demanda

Hillary Clinton conmina al magnate a hacer públicas sus declaracio­nes de impuestos

por publicar una informació­n privada que a su juicio ha sido obtenida de forma ilegal. El periódico asegura que le fue enviada a un redactor por un remitente anónimo y luego el diario ha verificado con expertos y un excontable de Trump la autenticid­ad del documento.

Trump presenta al rotativo como “una extensión de la campaña de Clinton y del Partido Demócrata”, aprovechan­do que la semana pasada el Times pidió el voto para la candidata demócrata, llamó también a no votar a Donald Trump y ayer mismo publicó un editorial en español llamando a la movilizaci­ón electoral de la comunidad hispana contra el magnate. Y luego atacó directamen­te a Clinton. “Yo he creado decenas de miles de puestos de trabajó y restauraré la gran prosperida­d de EE.UU., mientras que Hillary sólo ha creado trabajos en el FBI y el Departamen­to de Justicia”, dijo en referencia a las investigac­iones por el escándalo de los e-mails.

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JESSICA KOURKOUNIS / AFP Donald Trump, durante su intervenci­ón, con telepromte­r. en un mitin el sábado en Manheim, Pensilvani­a

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